Imagen de la celebración de un gol en la pasada eliminatoria que disputó el Mallorca en Burgos. | Carlos Gil-Roig

TW
1

Fútbol entre hoy y mañana. A las diez de la noche en las Balears arrancará el encuentro de octavos de final de la Copa del Rey entre Mallorca y Tenerife. Vuelve el VAR por lo que entre un par de consultas, medio centenar de protestas, un par de goles, una posible prórroga y los no descartables penaltis, el encuentro puede empezar en martes y seguramente terminará el miércoles.

Otra cosa es cómo termine. Una victoria lo suele calmar todo, pero una eliminación siempre escuece. Este partido de octavos ante el Tenerife es una Copa envenenada. Es un rival potencialmente con talento y bien trabajado y en el último encuentro copero eliminó a Las Palmas con toda la carga emocional que eso supone. No será fácil y Javier Aguirre lo sabe. Pero también tiene la necesidad de introducir cambios en el once. Entre el empate frente al Celta y el próximo encuentro ante el Villarreal el sábado, se sitúa este choque copero donde caer empieza a hacer daño. Son partidos peligrosos que pueden meterte en un lío de no sacarlos adelante y que precisan de toda la concentración y tomárselo, como dijo ayer Aguirre, «como una final».

Noticias relacionadas

Viaja el equipo sin hombres importantes. El mexicano tiene las bajas de Muriqi, Valjent, Jaume Costa y Maffeo, que este lunes pasó por el quirófano. Jugará de titular el central del filial David López y lo hará también parte del contingente que disfruta de menos minutos en la Liga como Greif, Van der Heyden, Darder, Amath o Abdón. Aunque no necesariamente estarán todos en el once. También será un partido para Javi Llabrés o Luna, que no nesariamente tienen que empezar en el banquillo.

Alguno de los fijos en la Liga tendrá que jugar para completar un once competitivo y que permita soñar con el paso a cuartos de final. Eso serían ya palabras mayores. Meterse en la próxima ronda supone ya estar entre los ocho mejores y cualquier cosa es posible porque también es a partido único. No es nada despreciable el botín que está en juego esta noche en el Heliodoro Rodríguez López. Hasta ahora el Mallorca lo ha hecho muy bien porque pese a jugar contra rivales de una entidad menor, lo cierto es que se ha tomado la competición de forma muy seria y ha solventado sin problemas los incómodos compromisos que le ha tocado superar.

El Tenerife anda con dudas en la Liga, pero también es fuerte en casa y la afición está muy ilusionado con seguir adelante en este torneo copero. El conjunto blanquiazul tendrá la baja obligada del defensa central José Amo, habitual titular, expulsado en la anterior eliminatoria ante Las Palmas, y está pendiente de recibir la documentación para poder inscribir a su última incorporación, el extremo Yanis Rahmani, cedido por el Eibar hasta final de temporada. En el partido liguero ante el Elche fueron amonestados los centrocampistas Yann Bodiger y Aitor Sanz por lo que podrían jugar este compromiso copero. El Heliodoro mide la motivación del Mallorca.