El consejero municipal de Urbanismo, Víctor Serrano, ha explicado que el expediente supondrá «poner fin al desmesurado coste de la factura energética municipal, que lastra los presupuestos con la volatilidad actual de los precios y la errónea decisión del Gobierno anterior --ZeC-- de apostar por un modelo de compra directa de energía en el mercado mayorista».
Ha reconocido que ese dinero por ir al 'pool' de la energía «ya está pagado y lo pagado, pagado está», para explicar que no se trata tanto de recuperar cantidades ya abonadas, «como de tener precios de energía que pagan todos los ayuntamientos que no cometieron el error de la compara directa de energía».
Ha apostillado que con este acuerdo se equiparará el contrato del Ayuntamiento de Zaragoza al de otras ciudades y mejorará la situación. «Lo pagado ya está y la obligación es estar atentos a la rebaja de esa factura como cualquier familia y la previsión es que en dos años se ahorren 20 millones de euros, que son muchos millones», ha incidido.
El contrato que se impulsa saldrá con un presupuesto base de licitación de 77.592.908,31 euros, IVA incluido, para un periodo inicial de dos años de duración, no prorrogables, porque es el plazo «más beneficioso para el Ayuntamiento», ya que la previsión a futuro en 2024-2025 es que mejorará la actual situación y va a bajar el precio, además de que el ayuntamiento quiere «tener las manos libres para ir a un contrato que le permita sacar los mejores precios».
El momento
El consejero municipal ha aclarado que esta medida no se ha adoptado antes porque acudir al mercado cuando está en su momento más álgido y con valores no conocidos «no era lo aconsejable» hasta que a mediados del pasado mes de octubre ha bajado el precio y eso hace que las comercializadoras tengan un panorama para ofertar mejores precios, ha argumentado.
De esta forma, además de ahorrar en el precio de la energía, que será sobre una estimación real, permitirá que los presupuestos municipales sean «certeros» sobre qué se pagará en precio de la energía.
«No solo se ahorra, sino que se da estabilidad presupuestaria y financiera, se dota al pliego de preferencia de fuentes de energía verde y se contribuye a un mayor ahorro de emisiones CO2 y que los bolsillo de los zaragozanos vean un coste menor en este pago», ha resumido Serrano.
En rueda de prensa, ha incidido en que ha sido «mucho el daño de la compra directa de energía, pero por estricta prudencia no se ha hecho el cambio hasta saber que sería un ahorro para los ciudadanos y que se pueda revertir en dos años la situación».
Precios base
La primera de estas dos anualidades asciende a más de 38,7 millones de euros. «Esto supondrá un ahorro sustancial en la factura municipal de energía dado que, hasta la fecha, el modelo de compra directa que impulsó ZeC ha supuesto un perjuicio a las arcas municipal al tener que ir pagando el precio resultante del mercado diario», ha detallado Serrano, quien ha explicado que ahora, con el nuevo contrato, «se podría apalancar el precio base durante el período de vigencia y evitar la volatilidad del mercado».
Se podrá fijar los precios base en torno a 175 euros el megavatio hora, lo que resulta «más favorable» que el soportado durante este 2022, con una media del pool diario de 185,849 euros el megavatio a la hora y de 238,848 euros el megavatio a la hora, incluyendo el tope al gas vigente desde el mes de junio de 2022, ha comparado Serrano.
En el presente ejercicio, la energía eléctrica ha supuesto al Ayuntamiento de Zaragoza 57 millones de euros, «34 millones más de los previstos», ha recordado Víctor Serrano, quien ha relatado que se han cubierto mediante tres suplementos con cargo al Fondo de Contingencia y bajas por anulación, una generación de crédito y una transferencia de crédito.
«Hay que tener en cuenta que se pasaron de valores de 70 euros el megavatio hora, en noviembre de 2021, a un precio del mercado diario en torno a los 200 euros el megavatio a la hora, con incrementos puntuales en marzo por encima de los 400 euros el megavatio a la hora», de forma que el consumo eléctrico semanal «incrementó de valores cercanos a 400.000 euros por semana a casi 1.000.000 euros, cifras que un presupuesto ordinario no podía soportar a medio plazo», ha reconocido Víctor Serrano.
Por ello, el nuevo contrato propone limitar la duración a dos años de vigencia, sin poder someterse a prórrogas posteriores, de forma que se consiga un sano equilibrio entre la duración del contrato a un año y a cuatro, que era lo corriente hasta el momento. Además, se pretende licitar a precio fijo, sin alternativa alguna a la oferta a precio variable indexado al mercado diario, tal y como se plantea en el contrato del año 2015 para el 50 por ciento del consumo previsto.
La licitación a precio fijo delimita un precio máximo que deberá ser mantenido por la entidad comercializadora sin posibilidad de previsión de precios. Además, la emisión de las facturas por el consumo será mensual y no diario o semanal, lo que también permitirá basarse en datos de lectura real del consumo.
Tras la aprobación, este lunes, de los pliegos de prescipciones, se abre un periodo de comunicación, se publica en Boletín Oficial de las Comunidades Europeas con 20 días para presentar ofertas y se resolverá de inmediato, de manera que en torno a enero estará adjudicado, ha calculado Serrano.
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