Juzgados de Alcorcón | Europa Press

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Los obreros investigados por la explosión en un local de Alcorcón, en la que murió un niño de 5 años y un bebé de nueve meses, se han escudado en su declaración ante el juez que el edificio carecía en las zonas comunes de compartimentos antiincendios en los falsos techos y en la canalización, lo que propició que el humo se extendiera a gran velocidad y sin control.

La deflagración ocurrida el pasado 6 de octubre en el local ubicada en el número 45 de la calle Oslo se debió a una chispa de una generadora que prendió un material aislante de unas obras que se realizaban en un restaurante ubiado en los bajos de este edificio.

El juez ha interrogado a cinco investigados, entre ellos el responsable de seguridad de la obra, y al jefe del Servicio de Bomberos y Protección Civil de Alcorcón. Los imputados no se han cogido a su derecho a no declarar.

El abogado de la familia ha destacado que la declaración ha abierto muchas líneas de investigación, tachando de «muy positivas» las comparecencias para la familia. «Estamos en la buena línea que buscan los padres, que buscan valorar con justicia la realidad de los hechos», ha subrayado.

Los investigados se habrían parapeteado en un informe pericial, ratificado por el máximo responsable de los bomberos de este municipio, que expone las deficiencias aniincendios del edificio al carecer de medidas contra el fuego en los falsos techos, incumpliendo la normativa.

En el informe, al que tuvo acceso Europa Press, se expone que «sorprende la velocidad con la que el humo producto del incendio de un local, ha invadido partes del edificio muy alejadas del origen».

El incendio, que se produjo sobre las 19 horas, provoca «una salida de humos producto de la combustión que discurre además de forma horizontal por el interior del soportal de fachada, que en su parte superior, forjado, conforma una cámara recubierta con lamas metálicas que se inflamara minutos después de iniciar la extinción del interior del propio local, desprendiéndose las propias lamas del techo de todo el largo de forjado de fachada».

«Se producen situaciones complejas donde encontramos humos en caja de escalera con puertas de compartimentación cerradas y a su vez vestíbulos de distribución de viviendas inundados de humo, a pesar de estar estas puertas cerradas y compartimentando sectores diferentes, por lo que debe existir un aporte de humo y gases en vestíbulos, por otro tipo de conducto o canalización así como a las cajas de escaleras», recoge el documento.

El informe añade que «se aprecia de forma notable la circulación de humo que a modo de chimenea a comunicado planta por planta supuestamente desde el local incendiado y el soportal donde se encuentra este, por dicho soportal».

«Por el techado de lamas metálicas, discurren instalaciones comunes de los tres portales y ascienden en la vertical de cada uno de ellos sin compartimentación alguna, estando comunicados con el falso techo del soportal que se inunda de humo en los primeros minutos del incendio», añade.

Según los bomberos, la compartimentación contra incendios de los espacios ocupables debe tener continuidad en los espacios ocultos, tales como patinillos, cámaras, falsos techos, suelos elevados, etc.

En el local, los bomberos hallaron tres bidones uno de gasolina, otro de gasóleo y potro de algún disolvente, aguarrás o aglutinante de cola. También, un generador de corriente de poca intensidad y una radial.

En otro escrito, el Ayuntamiento de Alcorcón señala que «la actividad de los promotores de la obra se adecúa a la normativa urbanística, a la integridad formal y a la suficiencia legal del proyecto técnico y cualquier otra documentación que fuere exigible para ser ejecutadas las obras e instalaciones e implantadas las actividades».