Ambas entidades firmaron en 2020 un convenio de colaboración para recuperar esta especie, iniciativa en la que también participan los Gobiernos de Asturias, Aragón, Cantabria y Castilla y León, así como la Comisión Europea y el Ministerio para la Transición Ecológica.
El objetivo es devolver la especie a las montañas donde se extinguió. Para conseguirlo durante los tres años del proyecto se han desarrollado una serie de acciones fundamentadas en la cooperación interregional, el desarrollo de buenas prácticas destinadas a recuperar la especie y a la mejora del escenario ecológico y social.
En la recuperación de la especie intervienen desde la interacción con los principales actores del territorio, como veterinarios, ganaderos, guardería, personal técnico de espacios protegidos o administraciones territoriales, hasta la minimización de las amenazas, la preparación del territorio o la reintroducción de ejemplares.
Desde el año 2020 se han rescatado un total de 17 ejemplares de nidos de riesgo procedentes del Pirineo. Estos huevos, cedidos por el Gobierno de Aragon, son criados mediante una técnica pionera en total aislamiento humano durante 120 días por parte del personal técnico de la FCQ en las instalaciones especializadas localizadas en Zaragoza y Pirineos.
Tras el periodo de crianza necesitan un periodo de adaptación al territorio donde finalmente van a ser liberados con lo que los ejemplares permanecen una media de 30 días en las instalaciones de aclimatación.
Una vez superada esta fase se libera a los ejemplares pasando a formar parte de la nueva población. De ellos, 13 han sido liberados en la Cordillera Cantábrica --5 en 2020, 5 en 2021 y 3 en 2022--, 2 en Gredos --2022-- y 2 en el Maestrazgo --2022--. Actualmente, todos los ejemplares sobreviven a excepción del quebrantahuesos Sabino, que murió en agosto del 2022 electrocutado en un tendido eléctrico en el Maestrazgo.
Una vez liberados los ejemplares, que van equipados con emisores satelitales, son monitorizados por el equipo de seguimiento, habiéndose realizado más de 23.400 horas de seguimiento directo y recopilado 1.348.106 datos de geoposicionamiento satelital.
Primer nacimiento
Como hito de este proyecto y tras más de 60 años de ausencia, en el año 2020 se produjo el primer nacimiento de un pollo silvestre en los Picos de Europa.
Deva, una hembra liberada en 2010 en el marco del proyecto de reintroducción y Casanova, un ejemplar silvestre procedente de Pirineos, constituyeron la primera Unidad Reproductora de Picos de Europa desde su extinción a mediados del siglo pasado.
En 2020 tuvieron su primer éxito con el vuelo del pollo Bienvenida. A fecha de hoy, son 3 las parejas estables reproductoras en Picos de Europa --otras dos se están consolidando todavía-- con un total de 3 pollos silvestres incorporados al stock de quebrantahuesos --1 en 2020, 2 en 2022--.
La recuperación del quebrantahuesos en el norte y centro de España es un proyecto a largo plazo en el que son necesarios varios años para que al final se pueda obtener una población estable y autosostenible.
El retorno de esta singular especie a las montañas españolas es una meta compartida que implica la capacitación de todos los sectores implicados en la conservación del quebrantahuesos, la generación de iniciativas de custodia del territorio y el fomento de acuerdos para el uso de buenas prácticas ambientales.
Todo ello con una clara vocación socioeconómica para que el retorno de la extinción a una de las aves más carismáticas de las montañas del Paleártico occidental, y un emblema de los procesos naturales equilibrados de la montaña europea, sea una oportunidad de desarrollo sostenible para los hombres y mujeres con los que comparte territorio.
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