El técnico municipal que autorizó el montaje de la feria de Mislata (Valencia), en la que fallecieron dos niñas, de 4 y 8 años, el 4 de enero de 2022, ha explicado ante el juez que no estaba entre sus competencias comprobar 'in situ' la instalación.
El técnico ha declarado este miércoles, en calidad de imputado, en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Mislata, órgano que inició una investigación para depurar posibles responsabilidades en el accidente registrado en Mislata, en el que también hubo siete heridos.
El técnico ha sido uno de los últimos en ser llamados a declarar en el juzgado en calidad de investigado. Su imputación se registró tras un informe realizado por un ingeniero industrial que alertaba de deficiencias en la atracción y cuestionaba la supervisión llevada a cabo por el Ayuntamiento de Mislata. En concreto, en su informe indicaba, entre otros aspectos, que la instalación de la feria se hallaba en un lugar distinto al que se indicaba en el proyecto presentado al consistorio.
De esta forma, las atracciones se encontraban en un orden no previsto y sin haber constancia de que se hiciera un plano de emplazamiento real. Pese a ello, el Ayuntamiento autorizó la instalación de la feria.
En su declaración, el técnico, según ha podido saber Europa Press, ha defendido que es «técnico de actividades» y ha explicado que la autorización para instalar la feria, en un procedimiento de estas características, se da con una declaración responsable: «En un procedimiento así, con la declaración responsable se da la autorización y punto», ha dicho.
Así mismo, el investigado, quien ha insistido en que él no informaba ni decidía nada, ha resaltado que dentro de sus competencias no tenía que ir a comprobar nada de la instalación.
Por otro lado, en la jornada de este miércoles, han comparecido en el juzgado varios testigos de la Estación Meteorológica de Mislata, quienes han indicado que el día del accidente había una previsión de viento pero no suficientemente intenso como para dar una señal de alerta.
El accidente
El siniestro, registrado hace ahora un año, se desencadenó como consecuencia de una fuerte racha de viento que provocó que el hinchable fuera tumbado. El juzgado abrió una investigación por dos delitos de homicidio por imprudencia y lesiones por imprudencia, sin perjuicio de ulterior calificación.
Los primeros informes llegados al juzgado apuntaban que el castillo tenía cuerdas rotas y deterioradas. Varios testigos también afirmaron que en el lateral derecho de la atracción que se levantó por el viento no vieron que estuviera atado. Otros testimonios no lo recordaban.
Así mismo, el informe fotográfico de los agentes recogía cinchas rotas atadas a una farola, otra desgarrada y en mal estado y otras más seccionadas o con nudos a mitad de cuerda.
Tras estos datos, el juzgado citó inicialmente en calidad de investigados al propietario y otro responsable del castillo hinchable y al ingeniero técnico que firmó los certificados de la instalación de esa atracción ferial.
Según un informe policial que obra en la causa, el ingeniero técnico no revisó las instalaciones 'in situ' el 2 de enero de 2022, tal y como declaró inicialmente, sino que lo hizo desde Elx.
Al respecto, en su declaración judicial manifestó que el día que firmó sus informes y certificó que el hinchable cumplía la normativa --2 de enero de 2022-- lo comprobó 'in situ' en Mislata y no lo hizo desde Elx, pese a lo que mantiene la Policía. Insistió en que ese día olvidó su móvil cargando en su despacho de Elx.
Por su parte, los responsables del hinchable negaron ante el juez cualquier tipo de irregularidad y señalaron que no recordaban si ese día había acudido el ingeniero a supervisar la atracción. Defendieron que todo estaba bien anclado cuando pasaron la inspección y que no había cuerdas sueltas. Coincidieron en que todo estaba correcto.
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