Así se ha manifestado Navarro en la rueda de prensa posterior al Pleno del Consell, donde ha criticado que la vicepresidenta del Gobierno, Teresa Ribera, «no acaba de aterrizar en los hechos» con respecto a sus palabras sobre el texto que ha remitido el ejecutivo central al Consejo de Estado, que la consellera defiende que es diferente al aprobado en el Consejo Nacional del Agua.
De este modo, Navarro ha aludido a las declaraciones de la ministra en las que esta aseguró que el Plan Hidrológico remitido al órgano consultivo no se cambió de forma unilateral y responde «esencialmente» al consenso del Consejo Nacional del Agua. Ribera también señaló que entre los argumentos de las alegaciones presentadas por las CCAA y organizaciones «habrá muchos que tienen más que ver con el componente emocional» que con el jurídico.
La consellera ha defendido que «los hechos son claros y están documentados» y ha afirmado que el texto que se aprobó en el Consejo Nacional del Agua sí incluía la disposición adicional novena que el Consell pactó con el Gobierno y que preveía la revisión de estos caudales. «Lo que ha sucedido es que a nosotros se nos remitió un texto, se votó y el texto remitido es otro», ha insistido la consellera, antes de añadir que el documento que preveía la revisión de caudales fue el «único» que se sometió a votación y que si se hubiera incorporado cualquier modificación habría emitido un voto desfavorable.
Además, ha relatado que se reunió el miércoles por la tarde con el secretario de estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, a quien le preguntó por la modificación y le expuso las quejas del Consell, aunque ha señalado que «no tiene respuesta» para la motivación que ha llevado al Gobierno a hacer este cambio. Navarro le trasladó el «malestar» del gobierno valenciano porque considera que los hechos no se produjeron «de manera correcta y adecuada».
Además, según la consellera, el secretario de estado le reconoció durante el encuentro que «el único texto sometido a votación fue el que habían remitido» y que después «en función de los votos particulares se ha modificado el texto». Preguntada por si tiene sensación de que haya sido una 'tomadura de pelo' o deslealtad lo sucedido, Isaura Navarro ha indicado que «evidentemente» al Consell le habría gustado que «se le hubiera informado de esa modificación y explicado el porqué, habría sido mucho más correcto».
Argumentos "plenamente jurídicos"
Por otro lado, la consellera ha subrayado que la postura del Consell no se basa «en cuestiones emocionales» sino «plenamente jurídicas», que se ajustan a las normativas europeas y estatales, a las sentencias del Tribunal Supremo y se ajustan a una propuesta que, antes de ser votada por todas las CCAA en el Consejo Nacional del Agua, «había superado todos los informes preceptivos» y era «acorde a la legalidad».
Navarro ha remarcado la «discrepancia obvia» entre ambos gobiernos y ha asegurado que el Consell quiere negociar y está dispuesto a «llegar a un equilibrio» y a un «consenso como el que había» antes de la modificación. «Lo más importante para nosotros es volver a la senda del diálogo» y «no nos interesan las guerras del agua», ha asegurado la consellera, antes de rechazar los «discursos antiguos y demagógicos» y reivindicar el «análisis real científico» del estado de las masas de agua y las inversiones para la mejora de su calidad y la depuración de los vertidos de la Comunidad de Madrid.
En esa misma línea, la titular de Agricultura ha defendido que «lo deseable» es reconducir la situación y no llegar a los tribunales. Una opción que valorará el Consell una vez tenga una respuesta por parte del Consejo de Estado y en función de lo que apruebe finalmente el Consejo de Ministros. «En el momento oportuno ya se determinará», ha dicho.
Sobre si al Consell le ha faltado «descaro» en la defensa de los intereses valencianos, ha asegurado que el gobierno autonómico «ha sido suficientemente contundente» manifestándose a las puertas del Ministerio, reuniéndose con el secretario de Estado y presentando sus alegaciones. «Estamos en esta batalla por tierra, mar y aire»-
La consellera ha insistido en que el Consell no está en contra de que el Tajo tenga unos caudales ecológicos, algo «imprescindible para todos los ríos», pero ha subrayado que las decisiones sobre los mismos se tomen «en función de la realidad de las masas de agua», como establecía la disposición novena «fruto del diálogo».
Preguntada por si cree que la modificación se debe a las presiones del gobierno de Castilla la Mancha, Isaura Navarro ha señalado que sus representantes fueron los que intervinieron en contra del texto remitido y de esta disposición novena. «Cualquier persona puede entender lo que ha sucedido», ha apostillado, antes de puntualizar que desconoce las conversaciones o motivaciones que se sucedieron después de la votación del Consejo, al que la ministra solo acudió en su cierre a «saludar» y «pedir disculpas por no haber estado», ha apuntado.
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