Los madrileños han saludado este miércoles la retirada definitiva de las mascarillas, cuyo uso ha dejado...

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Los madrileños han saludado este miércoles la retirada definitiva de las mascarillas, cuyo uso ha dejado de ser obligatorio en centros de salud, hospitales, farmacias y centros sociosanitarios, aunque apelan de forma mayoritaria a la responsabilidad individual para su empleo ante síntomas de infección.

Aunque son muchas las personas «despistadas» que no saben que este miércoles han dejado de ser obligatorias, los consultados se felicitan de una medida que supone «un avance» para dejar atrás la pandemia, aunque otros se reafirman en que la seguirán usando cuando acudan a centros de salud y hospitales o en casos de aglomeraciones. «Dicen que no hay Covid, pero hay», han señalado.

Quienes sí se han mostrado entusiastas han sido los profesionales del sector farmacéutico, al perder así el papel de fiscalizadores con los ciudadanos para impedir que entraran en las boticas sin el tapabocas.

En la farmacia Tucán 7, en Carabanchel, uno de sus responsables, Íñigo de Juana, ha explicado que han sido unas semanas complicadas. «Un poco estresante porque llevamos una semana que si sí que si no .... Yo lo agradezco porque no podemos estar como guardianes de la porra», ha indicado en declaraciones a Europa Press Televisión.

Este miércoles es el primer día en el que ha dejado de ser obligatorio el uso de mascarillas en centros de salud, hospitales, farmacias y centros sociosanitarios. «La mayoría de la gente está despistada. No saben si se la tienen que poner o no, pero mucha gente se la lleva quitando un mes y tenemos que andar peleando con la gente. Estamos un poco cansados de hacer el trabajo de todos», ha indicado.

En la Orden publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) con la que esta medida entra en vigor hay un apartado con recomendaciones a las ciudadanía y a las autoridades sanitarias para «mantener esta cultura de la responsabilidad» adquirida en los últimos años para seguir usándolas ante la presencia de síntomas de infección respiratoria y en centros sanitarios de «especial vulnerabilidad».

En este sentido, este farmacéutico ha indicado que ahora entra en la responsabilidad de cada uno llevarla o no según sus circunstancias. «Hoy me ves sin mascarilla», ha dicho, «pero seguramente mañana o pasado me la volveré a poner».

Este farmacéutico ha explicado que hoy están sin ella porque es el primer día pero ha explicado que no descarta volver a llevarla, «según, porque esto todavía sigue». En cualquier caso, ha saludo la medida porque «hay que tirar para adelante y avanzar».

División de opiniones

Entre los ciudadanos, Eulalia ha dado su bienvenida a una medida que en la práctica ya se realizaba. «Ya había tomado todo el mundo la decisión de quitársela», ha ironizado entre risas esta mujer, que ha indicado que su uso ahora debería responder a la responsabilidad individual.

En este sentido, ha defendido que la debería usar cualquier persona con síntomas y ha afeado que no se sigan las recomendaciones, en un símil con situaciones de gripe o resfriado, como toser o estornudar en el brazo para evitar la propagación de virus. «Pienso que hay que tener todavía un poco de cautela».

Otros clientes del local acuden con ella puesta y se reafirman en su uso para todo lo relacionado con «médicos y farmacias aunque no sea obligatorio». «Esto ya es costumbre», ha explicado una de ellas, a quien en cualquier caso le parece «fabuloso» que haya dejado de ser obligatoria porque «hay que avanzar».

«Hay que dejarla ya, ya se ha pasado, quitarnos esto de la cabeza y de todas partes porque esto nos recuerda unos momentos muy duros que hemos tenido», ha añadido.

A las puertas de un centro de salud ubicado en la calle Bravo Murillo de Madrid, otras señoras explican, en cualquier caso, que la seguirán llevando en aglomeraciones o cuando acudan al médico o al hospital. «Jamás me ha molestado llevar una y considero que en un centro de salud es importante», ha explicado una de ellas. «Dicen que no hay Covid pero hay», responde otra para justificar que la seguirá llevando.