De hecho, en posteriores declaraciones a los medios a su salida de los juzgados, se ha mostrado abierta incluso a un careo con su expareja, que permanece en prisión provisional como presunto autor material del secuestro, si así lo solicitara el juez: «No tengo nada que esconder y voy a estar abierta a todo lo que me pidan que sirva para esclarecer este tema cuanto antes», ha garantizado.
Linares, cuya declaración judicial se ha prolongado durante más de dos horas, ha contestado únicamente a las preguntas del juez que instruye el caso, a la Fiscalía y a su propio abogado. También se investiga al que fuera concejal de Urbanismo en el momento de los hechos, Antonio García, que ha entrado a declarar después de ella. Por el momento, el juez no ha dictado ninguna medida cautelar contra ellos.
A su salida de los juzgados, Berta Linares se ha mostrado «muy contenta» por haber tenido la posibilidad de contar su «versión de todo lo ocurrido» y que no costara únicamente en la causa el testimonio del presunto secuestrador, que les acusa de participar en una reunión en la que presuntamente le indujeron a cometer el secuestro y afirma que le llegaron a dar cocaína.
Tras incidir en el «dolor tanto personal como de manera política» que le ha supuesto este caso, por el que acabó renunciando a principios de junio a su acta de concejal pese a haber ganado las elecciones municipales, ha dicho no entender por qué tanto la víctima del secuestro como el propio secuestrador han cargado contra ellos --también mencionaron en sus declaraciones al socialista Noél López-- «como posibles culpables» sin «ningún motivo sólido».
«Las pruebas que nos inculpaban (...) se han ido desmontando con el tiempo», ha agregado, afirmando que a día de hoy sólo quedan los testimonios de la víctima y el secuestrador pues toda la información que ella tenía la trasladó a los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado en el «minuto uno».
Ha explicado así a preguntas de los periodistas que ella no mintió cuando afirmó en rueda de prensa que no había visto a su pareja el día del secuestro sino que contó lo que sus abogados y la Guardia Civil le dijeron «que era lo mejor» para la investigación. «Y lo hice así; en todo momento lo puse en conocimiento tanto de la Policía como de la Guardia Civil y ellos lo saben y fui yo la que ayudé a encontrarlo y a detenerlo», ha enfatizado.
Urbanismo
Durante la declaración, el juez le ha preguntado sobre el funcionamiento del Ayuntamiento de Maracena y si existieron irregularidades urbanísticas, extremo que ella ha negado. «Le he dicho que había la tramitación normal de un ayuntamiento de cualquier expediente sobre los que se llevaba un control (...) y no había ninguna irregularidades ni había conocimiento de ninguna que pudiera ser la causa de nada».
Vanessa Romero ha venido manteniendo la existencia de algunos expedientes de urbanismo que, según declaró al inicio de la instrucción, «afectaban negativamente a Noel López durante su etapa como alcalde» y se refirió también a presuntas ilegalidades de las que «tenía documentos acreditativos guardados en el maletero de su vehículo» el día que la secuestraron. El pasado viernes se ratificó ante el juzgado en su declaración como testigo en la pieza separada abierta por esta posible trama urbanística.
Linares ha reconocido que hasta el momento no ha podido hablar con Vanessa Romero, que no repitió en las listas por el PSOE en las pasadas municipales, pero ha opinado que le parece «brutal» e «injusto» que hiciera esas acusaciones contra ella ante la Guardia Civil el mismo día en que se produjeran los hechos, algo que también ha desvinculado del tema político.
Drogas
Por su parte el edil Antonio García ha señalado a los periodistas que las declaraciones del secuestrador «carecen de credibilidad» al ser preguntado por la parte en la que afirmó que le dieron cocaína para que cometiera los hechos y ha recordado el informe forense aportado a la causa en el que se descarta que consumiera esta sustancia tres meses antes de lo ocurrido atendiendo a los análisis capilares practicados.
Preguntado por qué él no ha renunciado al acta de concejal como ha hecho Berta Linares, ha insistido en que es ahora, en el marco de la instrucción, cuanto tienen que dar su versión, que «no ha sido oída hasta ahora» y es en este momento cuando debe ser contrastada con lo dicho por el presunto secuestrador para que la justicia ponga a cada uno en «su sitio».
El secuestro
El secuestro se produjo el pasado 21 de febrero por la mañana, después de que la concejal dejara a sus hijos en el colegio y se encontrara con el secuestrador, al que conocía porque hasta ese momento era la pareja de la alcaldesa de Maracena. El acusado supuestamente le puso como excusa para subir a su coche que se había quedado sin gasolina y ya dentro del vehículo la amenazó con un pistola que la Guardia Civil ha confirmado que era simulada.
En un momento dado, ató a la edil con bridas de pies y manos, le tapó la cabeza y la obligó a meterse en el maletero de su vehículo, el cual estacionó en un local de Armilla (Granada) antes de marcharse. Ella logró escapar y pedir ayuda, tras lo que denunció los hechos ante la Guardia Civil.
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