El exconseller de Interior Miquel Buch ha declarado este jueves en la Audiencia de Barcelona que el nombramiento del mosso d'esquadra Lluís Escolà como asesor «en ningún caso» estaba encaminado a dar seguridad al expresidente Carles Puigdemont en el extranjero tras el 155.
«Puedo decir rotundamente que no, nunca con el presidente Puigdemont hablamos del servicio de escoltas. En todo caso hablamos de la constitución de la oficina de expresidente, pero nunca hablamos del servicio de escoltas», ha añadido a preguntas del fiscal al declarar este jueves en el juicio en el que está acusado de presuntamente designar a Escolà como cargo de confianza para que escoltara a Puigdemont.
En concreto, el fiscal le ha preguntado por si abordaron el tema en una reunión con Puigdemont en Berlín, a al que también asistió el entonces conseller Damià Calvet, la misma que semana en que el primero pidió formalmente al Govern que se le aplicaran las prerrogativas de expresidente, entre las que está el servicio de escolta.
«Hablamos de muchas cosas, pero esta no la recuerdo», ha replicado Buch, que ha defendido que en ese momento ya se le aplicaban otras como la creación de la oficina de expresidente, por lo que cree que se debía cumplir con la ley de expresidentes y dar protección a Puigdmeont, algo que la Secretaría de Estado de Seguridad --competente al estar Puigdemont en el extranjero-- había denegado.
En este juicio, que Buch se enfrenta a una petición de Fiscalía de seis años de cárcel y 27 de inhabilitación por presunta malversación agravada y prevaricaicón, y Escolà a cuatro años y medio de prisión y 23 de inhabilitación en calidad de cooperador necesario.
Inferencias
También respecto a las prerrogativas de expresidente, la abogada de Buch, Judit Gené, ha defendido que Puigdemont «claro que podía pedir la activación del servicio de escolta, pero esto no tiene nada que ver con que se fuerce el nombramiento días después», tal como lo relaciona la Fiscalía, sino que ha asegurado que el exconseller esperó a contratar al mosso hasta que se cerrara el expediente sancionador que tenía abierto en el cuerpo.
En su informe final, Gené también ha hecho referencia al atestado de los Mossos sobre la investigación a Escolà, al que ha tachado de estar lleno de inferencias, y ha citado de las conclusiones: «No ha habido en el sumario ninguna testifical de confesión ni tampoco ningún elemento incriminatorio que una vez superado el itinerario procesal y de garantías pueda convertirse en prueba de cargo por sí sola».
ESCOLÀ Y PUIGDEMONT
Buch ha evitado aclarar si coincidió con Escolà cuando visitó a Puigdemont en Waterloo --«no lo puedo garantizar y tampoco puedo decir que no»-- ni si sabía que el policía viajaba a Bélgica a menudo para acompañar al expresidente.
«Creo que tendría un punto de autoritarismo con mi entorno si estuviera fiscalizando todo lo que hacen o dejan de hacer fuera de horas de trabajo. A no ser que hubiera atacado contra la institución que representábamos, cada uno tiene su vida y puede hacer lo que quiera», y ha enmarcado en la amistad la relación entre Escolà y Puigdemont.
NOMBRAMIENTO
Buch ha contado que antes de escoger a Escolà sondeó a cuatro o cinco personas para que ocuparan el cargo de asesor en sistemas de seguridad, pero todas lo rechazaron: lo ha achacado a las reticencias de los policías a significarse políticamente porque les puede perjudicar al reanudar su carrera en el cuerpo.
Ha relatado que le recomendaron contactar con Escolà, al que ha dicho que no conocía personalmente pero sabía quién era --como escolta de presidencia-- y que en ese momento tenía abierto un expediente disciplinario en el cuerpo de Mossos por haber acompañado a Puigdemont hasta Bélgica el 29 de octubre de 2017.
Buch ha remarcado que como cargo político no intervino en el expediente a Escolà y que pidió que le notificaran cuando se resolviera: el caso se zanjó con una sanción al policía, que fue apartado de la unidad de escoltas pero no llegó a incorporarse al nuevo destino porque estaba de baja médica, y pidió el alta el mismo día que fue nombrado asesor.
Respecto al puesto de asesor que adjudicó a Escolà, Buch ha remarcado que no supuso una ampliación presupuestaria en Interior, y al preguntarse su abogada si «hizo o dejó de hacer alguna cosa con el nombramiento de Escolà que no hubiera hecho con el nombramiento de otros asesores» o le dio un trato especial en cuanto a horarios y vacaciones ha contestado que no.
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