«Mantenemos la mano tendida pero con el bloqueo permanente de la oposición es complicado llegar a un acuerdo», ha lamentado en rueda de prensa la vicealcaldesa, portavoz del Ejecutivo y delegada de Seguridad y Emergencias, Inmaculada Sanz, en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno.
La edil ha defendido que la modificación de las normas «mejora la situación» pero, a pesar de esto, la oposición «se niega en redondo» a cualquier cauce de diálogo. «Una negociación requiere de dos partes», ha contestado después de que la oposición acusara al PP de estar haciendo uso del 'rodillo' de su mayoría absoluta.
Sanz ha recordado que la oposición bloqueó la modificación en el mandato pasado y en el actual «no parece que tengan la sensibilidad de sentarse a dialogar y avanzar». «Vamos a seguir intentándolo», se ha comprometido la portavoz, que ha remarcado que sacar las normas urbanísticas aparecía en el programa electoral del PP.
Preguntada por los beneficios de las nuevas normas, la portavoz ha puesto el foco en los nuevos desarrollos del sureste dado que las terrazas y los cuartos de instalaciones no computarán en edificabilidad, lo que tiene una relación directa con el precio de las viviendas.
Tras la comisión celebrada ayer, la modificación pasará por un Pleno este lunes. Luego la Comunidad de Madrid tendrá que ratificar en un plazo máximo de cuatro meses. Las normas pretenden regular desde las cocinas industriales a los pisos turísticos, además de otras realidades en la ciudad como el 'cohousing', el 'coliving', la flexibilización de usos, la agilización de los trámites administrativos, la simultaneidad de las declaraciones de impacto, las tramitaciones de impacto ambiental o, la mejora de las declaraciones responsables.
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