El 16% de la población metropolitana de Barcelona, cerca de 526.000 personas, vive en zonas con una «muy alta vulnerabilidad» al cambio climático, según un estudio del Institut Metròpoli cocoordinado por el Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB).
El estudio 'El calor en un futuro: índice de vulnerabilidad al cambio climático' identifica los puntos con mayor vulnerabilidad, teniendo en cuenta el estado actual y el futuro aumento de las temperaturas extremas y las olas de calor, ha informado la AMB este viernes en un comunicado.
Las zonas más vulnerables se encuentran principalmente en los nueve municipios metropolianos con más densidad de población, como Santa Coloma de Gramenet, Sant Adrià de Besòs, L'Hospitalet de Llobregat, Badalona, Cornellà y algunos distritos de Barcelona.
En el eje Besòs, las áreas más vulnerables se encuentran en los barrios badaloneses de Llefià, Sant Crist de Can Cabanyes, Sant Roc o La Salut; en Santa Coloma, el barrio con mayor vulnerabilidad es Fondo, y en Sant Adrià, el de La Mina.
En el eje Llobregat destaca L'Hospitalet con diversos barrios que incluyen zonas muy vulnerables, como Torrassa, Pubilla Cases, Florida, Les Planes, Collblanc o Bellvitge; en Cornellà, el barrio de Sant Ildefons, y en Esplugues, alguna zona de Can Vidalet.
En la ciudad de Barcelona, son más vulnerables barrios de los distritos de Ciutat Vella --Raval o Barceloneta--, Nou Barris -zonas extensas de Ciutat Meridiana, la Prosperitat o Turó de la Peira--, Sants-Montjuïc -Sants, Sants-Badal o el Poble Sec--, Sant Martí -Besòs y el Maresme--, Sant Andreu -Trinitat Vella--, Horta-Guinardó -Carmel y alguna zona de Can Baró-- y Gràcia -la Vila de Gràcia--.
Edificios
El estudio apunta que aspectos que hacen que una zona sea más vulnerable es la poca presencia de verde y elevada densidad residencial, con predominio de hogares con rentas bajas y sin estudios universitarios, de hogares con gente mayor que vive sola, de población extranjera procede de países en desarrollo y de hogares vulnerables con informes de riesgo de exclusión residencial de servicios sociales, siendo áreas con viviendas relativamente antiguos, construidos principalmente entre 1951 y 1980.
La investigación señala que algunos de los factores que ayudan más a reducir esta vulnerabilidad son la abundancia de zonas urbanas, así como la presencia de viviendas de nueva construcción, especialmente las que datan de 2007 en adelante.
La influencia marítima también tiene importancia, ya que barrios del frente marítimo de Barcelona, Badalona y Sant Adrià no tienen proyecciones tan elevadas de aumento de temperatura y serán zonas menos vulnerables que otras interiores con características sociales y de edificiación similares.
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