Archivo - Excavación donde se han encontrado los restos arqueológicos de la muralla de Barcelona, a la altura de la parada de metro de Drassanes, a 22 de marzo de 2023, en Barcelona, Cataluña, (España). Las obras para urbanizar La Rambla han sacado a la l | Lorena Sopêna - Europa Press - Archivo

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El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha anunciado este lunes que el Ayuntamiento avanzará el fin de las obras de reforma de La Rambla a enero de 2027 tras reformular el proyecto constructivo y reducir a la mitad el calendario de los trabajos.

Lo ha explicado en una rueda de prensa junto a los tenientes de alcalde Laia Bonet y Albert Batlle, y con el presidente de Amics de La Rambla, Fermín Villar, en la que el alcalde ha defendido que se trata de la actuación «más ambiciosa» del mandato.

«No nos podíamos permitir seis años de obras en el paseo más emblemático de nuestra ciudad», ha asegurado.

Este martes la Comisión de Ecología, Urbanismo, Movilidad y Vivienda aprobará el proyecto ejecutivo actualizado, que plantea reducir el calendario de las obras a 32 meses, ya que los trabajos se ejutarán de forma simultánea en cuatro tramos y no de forma separada.

Actualmente, los trabajos de reforma se centran en la parte baja de La Rambla, entre Colón y Santa Madrona, y se prevé que terminen en verano de 2024.

Cuando acabe esta fase, empezarán las obras en el resto del paseo: en junio de 2024 con los trabajos en la calzada Besòs, que durarán diez meses; continuarán en la calzada Llobregat durante el mismo tiempo; y, finalmente, incidirán en el tramo central durante un periodo de un año.

Cambios en la movilidad

El nuevo planteamiento prevé «mantener siempre» el tráfico en dirección ascendente, desde el monumento a Cristóbal Colón hasta plaza de Catalunya, para lo que cambiarán temporalmente el sentido de la marcha de la calzada Llobregat mientras el lado Besòs esté cortado.

Las obras afectarán al tramo central de la Rambla durante el último año en tramos alternos, cuando prevé que la circulación ya opere en ambos sentidos de la marcha.

El Ayuntamiento ha impulsado conversaciones con los operadores de los quioscos, floristerías y otros elementos ubicados en la vía: plantea que floristas y terrazas no queden afectadas por las obras y desplazarlas para que puedan seguir operando, mientras que las antiguas pajarerías quedan fuera del proyecto.

Diálogo y acuerdos

Collboni ha augurado que está renovación «requerirá de mucho diálogo, muchas conversaciones, muchos pequeños acuerdos que vayan estructurando la transformación», en la línea de lo que el Gobierno municipal prevé impulsar un espacio para que la ciudadanía pueda estar al corriente en tiempo real de las actuaciones, ha dicho.

Ha argumentado que el avance de las obras «es una decisión ampliamente apoyada por los grupos municipales», ha agradecido la confianza de vecinos y entidades, y ha abogado por trabajar desde el diálogo y el consenso.

El presidente de Amics de la Rambla, Fermín Villar, ha defendido que «las obras son incómodas pero se tienen que hacer» y ha agradecido al Ejecutivo de Collboni su implicación en el proyecto.

Presupuesto

El nuevo proyecto constructivo no implicará un encarecimiento de la inversión total de las obras, que el Ayuntamiento ha cifrado en 55,6 millones de euros incluyendo el aumento de los costes por el aumento de precios.

«La ciudad hace un esfuerzo muy importante. Es una inversión que pagamos con los impuestos de los barceloneses y las barcelonesas», ha subrayado Collboni.

El consistorio presentará un plan de movilidad antes del inicio de las obras elaborado a partir de los requerimientos de los servicios de emergencias y de seguridad, de vecinos y de comerciantes.

Ha asegurado que garantizarán durante toda la obra la entrada y salida de viviendas, edificios y comercios y, si bien ha convenido en que las obras tendrán implicaciones diarias, «el objetivo es afectar lo menos posible».