Así lo ha aseverado el dirigente socialista andaluz durante su participación en una nueva edición de los desayunos informativos de Europa Press Andalucía en colaboración con la Fundación Cajasol que se ha celebrado en Málaga, y donde ha sido presentado por la vicepresidenta primera del Gobierno, ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero.
Espadas ha pedido a los agricultores «prudencia y serenidad, diálogo y búsqueda de soluciones con las administraciones», así como «entender que el Gobierno de España va a ser siempre el mejor aliado en Bruselas para intentar que cambien cuestiones o que mejoren cuestiones ligadas a la política agrícola común, que como su propio nombre indica, es común en Europa».
Al respecto, ha señalado que cuando hay movilizaciones de este tipo y reivindicaciones «que son o pueden ser justas, sepamos hasta dónde deben llegar los límites», para que no se generan también efectos adversos a otras personas «que pueden ser solidarios con el problema pero que no tienen en este caso que sufrir de una manera tan dura a veces las consecuencias».
Así, ha mostrado su asombro, en primer lugar, por ver «cómo cuando hablamos ahora de la agricultura o la ganadería parece que el PP quiere trasladar la imagen o el foco de que esto es una competencia de nuevo del mismo, del Gobierno de España». «Es que esto es de manual ya», ha señalado.
Ha recordado que antes «existía una Consejería de Agricultura y Pesca que era una de las consejerías más importantes del Gobierno andaluz en volumen de funcionarios públicos, en presupuestos, en proyectos»; un departamento «de un calado tremendo»; y se ha cuestionado «¿dónde está esa consejería?». «Cuando le preguntan la consejera dice esto es un problema del señor Planas, Sánchez, Europa», ha lamentado.
El socialista ha apostado por asumir «las responsabilidades en la parte que nos corresponda», considerando que «cuando se habla de un problema no podemos fijar siempre el mismo foco en la misma diana».
Espadas ha defendido que el sector «en un momento delicado ha recibido ayudas extraordinarias porque eran imprescindibles», apuntando a que la situación de la guerra en Ucrania, el encarecimiento de los suministros, la inflación «ha hecho necesario e imprescindible que se ayudara a las explotaciones agrícolas». En este punto, ha dicho que el Gobierno «tiene datos suficientes como para demostrar que las ayudas están ahí».
En su opinión, se trata de «un problema estructural, es el problema de la cadena», recordando que «lo que están reclamando en la calle es que se consideran damnificados porque hay alguien que frente al precio final de un producto se queda mucho más de lo que realmente y de manera justa debería quedarse aquel que lo produce».
«Esto es lo que hay que cuidar, hay que conseguir que el precio del producto en origen, desde donde sale, tenga una rentabilidad que le permita al agricultor mantener sus explotaciones, mantener su vida y no cerrar el negocio e irse, porque entonces tenemos un problema muy serio en España y en Europa», ha apostado Espadas.
«Claro que probablemente hay que cambiar cosas, además de que haya quizás más papeleo del adecuado y algunas cuestiones que se puedan reducir, ya lo ha reconocido la propia Comisión Europea que va a trabajar en reducir eso», ha señalado.
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