Un pulpo con sombrero de pirata y un salvavidas en forma de balón de fútbol reivindica que 'el estadio del Rayo se queda'. A un mes de la tradicional batalla acuática vecinal, la Cofradía Marinera Vallekana aún tiene que anunciar oficialmente cuál será la lucha de este año.
El año pasado se mojó «frente a los discursos de odio». En este 2024 la Batalla Naval cumplirá 42 años de vida reivindicativa y lúdica. En las últimas ediciones sólo ha tenido un parón, el provocado por la pandemia, que dejó la Batalla Naval en dique seco pero los vallecanos y vallecanas se siguieron 'mojando' desde sus balcones y con una venta de camisetas solidaria destinada a las redes de apoyo.
Fue en 1982 cuando simbólicamente el mar llegó a Vallecas con su Batalla Naval, que con los años se ha convertido en una de las señas de identidad de este punto de Madrid. Como explican desde la Cofrafía, organizadora de la Batalla, a un grupo de jóvenes que participaban en las Fiestas del Carmen se les ocurrió combatir el calor echando mano de las bocas de riego del bulevar.
De ese baño improvisado surgió la reivindicación del 'Puerto de mar para Vallekas'. Un año después se celebró ese imaginado puerto, en el que participaron más de 3.000 vallecanos y vallecanas.
'ley seca' en vallecas
Pero Vallecas no siempre lo tuvo fácil y la 'ley seca', mediante el cierre de las bocas de riego por parte de la Junta, también llegó a este puerto de mar. Desde 1991 hasta el año 2000 los problemas se sucedieron. El principal escollo es que no se establecía un espacio delimitado para celebrar la Batalla Naval.
La 'sequía' obligó también a darle una vuelta a la idea de la Batalla Naval. Por eso en 1993 se optó por la espuma y dos años después por el agua reciclada. En el año 2000 nació la Cofradía Vallekana, integrada por 36 organizaciones y colectivos de Vallecas que se hacen cargo de la organización de la fiesta.
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