Sus 82 años lucen con el aspecto de galán que derrochó en el cine y
el aire aristocrático que le viene de cuna. De verbo afilado y sin
concesiones, José Luis de Vilallonga promocionó ayer en Palma la
segunda parte de sus memorias, «Otros mundos, otra vida» (Ed. Plaza
& Janés) y, como acostumbra, no eludió hablar sobre la
actualidad.
En una entrevista, que publica hoy íntegramente Ultima
Hora en su edición de papel, el escritor José Luis de
Vilallonga afirmó que «si este chico que hay ahora empieza a hacer
tonterías, a pensar que puede vivir con los mismos derechos que
cualquiera, yo, como decirle, seguiré siendo juancarlista pero un
poco menos monárquico. Yo no tengo nada contra esta infeliz
noruega. Ahora es muy fácil decir: Este chico que se case con quien
quiera. No, con quien quiera no. El oficio que esta pobre chica va
a tener que desempeñar es durísimo, difícil, para el que tienes que
tener un cierto carácter, una cierta educación, una cultura, y yo
creo que esta chica no lo tiene. Este señor, heredero de una
corona, si admitimos ese anacronismo, no se puede considerar una
persona particular, no es una persona particular, es un heredero
que tiene ciertas obligaciones y deberes. Si quiere ser como todo
el mundo yo ya no voy a ser un defensor a muerte de la
Monarquía».
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