Un libro publicado en Canadá y Estados Unidos aporta nuevos datos
sobre los prisioneros franceses que vivieron en Cabrera a
principios del XIX. «The prisioners of Cabrera. Napoleon's
Forgotten Soldiers 1809 1814», del historiador Denis Smith, será
traducido al catalán y editado por Patrimonio Cultural del CIM en
colaboración con Lleonard Muntaner. Está previsto que el texto
llegue a las librerías en otoño, según explicó el director insular
Miquel Àngel Maria.
Denis Smith, profesor emérito de la Universidad de Ontario
(Canadá), se encontraba de viaje en Mallorca en 1981 cuando leyó un
artículo sobre este episodio de la historia de Europa. A partir de
ahí comenzó una investigación en archivos de Inglaterra, Francia,
España y, por supuesto, Mallorca, que dio como resultado el citado
ensayo, publicado por las editoriales Macfarlane Walter & Ross
(Toronto) y 4Walls 8Windows (Nueva York).
«¿Por qué los prisioneros franceses que los españoles hicieron
en Bailén acabaron en Cabrera?». Esta es la pregunta que en los
años ochenta se hizo Denis Smith. La respuesta la documenta en su
libro: fue una decisión «impuesta» por los ingleses, entonces
aliados de España, temerosos de que si los franceses eran
repatriados pudieran rearmarse y volver de nuevo a la guerra. El
almirante Wellington tomó la decisión, obligado por los políticos
de Londres, y otro almirante, Collingwood, mandó las tropas que
condujeron a los prisioneros desde Cádiz, donde vivían en pontones,
barcos fuera de servicio, en pésimas condiciones. Mallorca era su
primer destino, una vez rechazada la idea de devolverlos a Francia,
pero las autoridades locales se negaron a aceptarlos. Tampoco los
ingleses, que tenían una base en Menorca, los querían allí.
Finalmente, 12.000 llegaron a Cabrera en diferentes oleadas. Hasta
la publicación del libro, «los historiadores británicos habían
sugerido que la decisión la habían tomado los españoles, pero yo no
lo acepté», dice el autor. De hecho, apunta este historiador, el
episodio es un «pequeño párrafo» en la historia inglesa, «un
capítulo del que los ingleses no salen muy bien parados respecto a
una guerra que consideraban un episodio heroico y que denominaban
la Guerra Peninsular», añade. Smith quiso acercar al público «a la
vida cotidiana de los prisioneros y ver todo ello desde una
perspectiva más amplia, así como profundizar en quién y cómo tomaba
las decisiones». Según Miquel Àngel Maria, este profesor ha
conseguido narrar todo ello en un «estilo ameno y de fácil
lectura».
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.