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Los dos miembros del PSM en el Consell de Mallorca interpelarán al conseller de Patrimoni, Bartomeu Vicens, con el fin de aclarar unos interrogantes sobre las funciones y los objetivos del Centre d'Arqueologia i Restauració de Son Rossinyol. Tanto Antoni Alorda como Bárbara Bujosa aseguraban ayer que estaban de acuerdo en la necesidad de un centro arqueológico de referencia en Mallorca, pero que hay toda una serie de incógnitas a las que los responsables insulares tienen que dar una respuesta satisfactoria.

La primera de las dudas reside en el alquiler del inmueble, por el que se pagan más de 4.600 euros mensuales en un contrato por cinco años firmado por la usufructuaria. «El Consell, además del alquiler, ya ha empezado a realizar unas inversiones de acondicionamiento que ascienden a casi 230.000 euros. Que, sin haber una continuidad en el tiempo contractual, porque cinco años son muy pocos, se gasten, para empezar, casi cuarenta millones, es algo que no se entiende», asegura Bujosa, haciéndose eco de que el Consell se ha desprendido de los solares del Psiquiátrico porque «su patrimonio era demasiado grande», según justificaba el conseller Flaquer en la aprobación de los presupuestos.

Otro punto de la interpelación versará sobre la actividad que se está realizando en el inmueble. Hay una memoria de 2004 en la que, por primera vez, se habla del centro, pero no hay ningún plan de actuación para los años siguientes. En la mencionada memoria se habla de depósito de material, de un posible hotel de arqueólogos, cuando «éstos no saben nada, de este inmueble y, ni siquiera, fueron invitados a la fiesta de inauguración», comenta Alorda.