El año de Joan Martorell ha sido ajetreado y el próximo pinta igual para él. En el buen sentido, claro. El compositor y músico mallorquín firma la orquestación de una decena de cintas españolas, dos de ellas nominadas a los Premios Goya en la categoría de Mejor Música Original como son El maestro que prometió el mar y La paradoja de antares, también ha compuesto la banda sonora de Los buenos modales, candidata hasta el último segundo, y para rematar un 2023 muy positivo que finaliza con su participación en la música de la esperada secuela de Dune, cuya música firma el maestro Hans Zimmer y que llegará a las pantallas en marzo.
«Estoy contento», dice Martorell para resumir el año en el que ha superado los 100 créditos oficiales en su filmografía. El mallorquín, que aspiró a la nominación por su trabajo componiendo Los buenos modales, reconoce que le hubiera gustado está «feliz de participar en otros proyectos». Las dos bandas sonoras nominadas en las que ha trabajado fueron realizadas por los ejemplos de la juventud y la veteranía: Natasha Arizu del Valle y Arnau Bataller, responsables de El maestro que prometió el mar y La paradoja de Antares respectivamente.
«Fue bonito acompañar a alguien en su primera película y darle la tranquilidad con un equipo solvente porque su calidad es indudable», destaca de Arizu, de quien avanza que «vamos a escuchar muchas cosas». Por su parte, de Bataller, Martorell destaca el «placer» que supone que «cuenten con uno gente que empieza y quien lleva años y con los que tienes una relación de amistad», explica.
Además de ambas cintas, la lista de películas en las que Martorell ha trabajado este año no es corta: Que nadie duerma; Mi soledad tiene alas; Bird Box:Barcelona; Alimañas; El hombre del saco; o La espera, entre otras. Además de la variedad de títulos, también llama la atención la variedad de géneros, tocando prácticamente todos los palos desde el drama a la comedia o el terror. Sin ir más lejos, las dos cintas nominadas unen por un lado la Guerra Civil y la ciencia ficción.
El primero es el caso deArizu, «quien ha sabido encontrar el tono y la vía para no dramatizar demasiado, siempre aportando, haciendo que la música no esté nunca por encima». En el caso de Bataller, una cinta que une ciencia ficción y drama personal, «es alguien que sabe leer muy bien la película y encontrar su lugar como compositor, algo que es importantísimo porque se puede decir mucho con poco»
Arena
En cuanto a Dune, Martorell comenta que su participación es «pequeña» en el arenoso mundo dirigido por Denis Villeneuve, aunque no por ello menos interesante. Hans Zimmer compone y es uno de los maestros en lo suyo, «un especialista» capaz de «crear paisajessonoros». Martorell se ha encargado de «encontrar la parte orgánica a esas texturas, que son los instrumentos reales», aunque no tenga «todo el peso» en esta esperada cinta que llega en marzo de 2024.
Finalmente, Martorell, que acaba de terminar un proyecto de gran envergadura, encara otros encargos desde el corto rodado en Mallorca Cementeri d'estiu, de Valèria Cuní, a la nueva cinta de Francesc Cuéllar, Duro, además de afrontar la música del nuevo espectáculo deJosé Vivancos, de los Vivancos, un «trabajo muy bonito de danza desde cero». Pasa así Martorell de un año a otro a través de una ligadura, sin silencios y sin dejar de dar la nota. En el buen sentido, de nuevo.
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