El resultado es una muestra que agrupa algo menos de una veintena de piezas, entre pintura y escultura, en un espacio particular e íntimo. Las obras expuestas parten desde finales de los 60, hasta la más reciente, un autorretrato del 2013. «La obra de Weil es intuitiva, eso se ve en la forma de abordar la escultura y la pintura. Trabajó con materiales de poca resistencia como el cartón, para acabar concediéndoles acabado diferentes siguiendo un proceso que tiene mucho de autodescubrimiento», señala Gómez Galera.
Destacan en la muestra cuatro prints que se rescataron de un archivo, y constituyen la memoria de un proyecto no realizado de escultura pública. «Me interesa mucho preguntarme por lo que no sale adelante, por esas ideas y la energía que contienen». La muestra alberga también esculturas de mediano formato de colores llamativos que forman, tal vez, las piezas más reconocibles de la artista.
Espacio
Respecto al trabajar en un espacio con tantos y condicionantes como el Studio Weil, la comisaria afirma que «se trata de un lugar particular en el que todo son formas curvas, ya sea en las paredes o en los desniveles del suelo», a la vez que añade que, como comisaria de arte, siempre busca «estrategias con las que enfrentarse al espacio».
En cuanto al perfil de las piezas seleccionadas, el reto que se planteó fue ofrecer una nueva mirada sobre la obra de Weil. Destaca en la muestra lo escultórico, que tiende a enfatizar el recorrido por el espacio y marca un camino a la hora de orientar al visitante. «He optado más por la escultura que por la pintura para acentuar las características del espacio. La obra de Weil está repleta de elementos curvos que encajan muy bien con el proyecto arquitectónico del estudio», apunta.
Respecto a la necesidad de repasar la obra de Weil, Gómez Galera lo enmarca en un proceso mayor; el de rescatar a las «madres» para recuperar los referentes femeninos del mundo del arte. «El reconocimiento de Barbara pasa por el reconocimiento de la mujer creadora», subraya, a la vez que destaca que Weil es más conocida en otros contextos, como Estados Unidos o Alemania, que en Mallorca. «Es una madre de la historia del arte en la que podemos mirarnos. En la época de Barbara era difícil que una mujer tuviera visibilidad, faltaba el referente de otras mujeres. Ese linaje paterno de la historia del que habla Mira Schor se tiene que revertir». La muestra también tendrá una apartado de actividades en el destaca las charlas que impartirán comisarias como Aina Pomar en las que se reflexionará sobre las estrategias de visibilización de la mujer en el arte contemporáneo.
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Su obre será magnífica pero el edificio que la alberga en Puerto Andratx es un auténtico horror arquitectónico y visual