Respecto al devenir de la temporada, Quetglas asegura que ha sido la temporada de la recuperación, aunque afirma que en BQ Hoteles, con los mismos establecimientos, han tenido menos estancias. Explica que los precios han aumentado un 10% respecto a 2019 y asegura que la rentabilidad será similar. «En nuestro caso, pese a que los precios con los turoperadores eran exactamente los mismos que en 2019, al haber aumentado la venta directa y realizar menos ofertas, hemos incrementado los precios con respecto a 2019 un 10%. Este incremento se ha producido en tres años en los que hemos acometido reformas integrales. No diría que nuestros precios han aumentado de forma importante. Con respecto a la rentabilidad real, tendremos que esperar a cerrar los hoteles y el año para saberlo, pero intuyo que será muy similar a la de 2019. Aun así, no debemos olvidarnos de las pérdidas acumuladas de los dos últimos años, y de los créditos que nos quedan por devolver», argumenta.
Respecto a la sostenibilidad y economía circular, BQ está realizando en estos momentos un diagnóstico de las acciones ya realizadas y en proceso. «En BQ Hoteles venimos trabajando desde hace tiempo la sostenibilidad, la transformación energética, la compra a proveedores locales así como otras muchas medidas recogidas en el plan de circularidad que se impone ahora con la nueva ley», comenta.
Quetglas asegura que el número de visitantes llegados a Mallorca durante la temporada es muy similar al de 2019 y no cree que pueda decirse que la isla está saturada. «No puede concluirse que la isla haya estado saturada. Lo que sí creo es que, quizá fomentado por redes sociales, en algún momento y en lugares puntuales de la isla, se haya podido tener esa sensación de masificación. Desde la administración no se ha hecho nada para gestionar estos flujos de gente. No tiene ningún sentido hablar de reducir las plazas turísticas sin haber hecho nada para gestionar la puntual sensación de masificación que pueden sufrir tanto residentes como visitantes», sentencia.