Kolser es una empresa familiar que desde 1965 se ha convertido en un referente en la fabricación de réplicas de armas y accesorios funerarios para el mundo entero
Foto de familia de los trabajadores de la empresa Kolser SL en su sede central de Ferreries desde donde fabrican y distribuyen sus productos al mundo entero. | Katerina Pu
Kolser SL es unaempresa familiar menorquina que ha sabido combinar la tradición con la innovación a lo largo de seis décadas. Desde sus orígenes en 1965, ha evolucionado constantemente, manteniéndose fiel a sus raíces, pero siempre adaptándose a los cambios de la sociedad. Un negocio con una fuerte presencia en mercados internacionales y una producción diversificada que abarca desde artículos de regalos hasta fieles réplicas de armas pasando por accesorios funerarios e incluso muebles de exterior y suelas para abarcas. Actualmente Eulàlia Coll Serra y Antonio Coll Morlà están al frente del negocio, cuya tercera generación ya se ha ido incorporando paulatinamente. Cuenta con veintiún trabajadores y en 2023 facturaron 1,5 millones de euros.
LO ARTESANAL. Los inicios de Kolser se remontan a 1965, cuando Ignasi Coll Florit y Eulàlia Serra Truyol comenzaron a trabajar en el sótano de su casa en Ferreries en la calle Reverendo Huguet. Con herramientas simples y un enfoque artesanal, producían panderetas y ceniceros a mano, utilizando materiales básicos como planchas de nácar sintético. Esta fase inicial fue fundamental para el desarrollo de una empresa que siempre ha valorado el trabajo manual y la creatividad. «Mi padre era una persona culta y muy inquieta en el aspecto creativo pero también comercial. Antes de ponerse por su cuenta, estuvo trabajando en el ayuntamiento del municipio así como en una fábrica de bisagras», explica Eulàlia Coll Serra, directora general de la empresa.
A medida que el negocio crecía, en 1972 la pequeña empresa se trasladó a un edificio en el centro del pueblo. «Eran objetos de regalo que el mismo iba a vender a tiendas de souvenirs en Barcelona o Toledo», detalla Coll. La ampliación de su portfolio y el incremento de la demanda, les llevó una década más tarde a construir una nave industrial de 2.700 m² en el polígono industrial de Ferreries, donde hasta el día de hoy siguen operando. Este crecimiento reflejó no solo el aumento de la producción, sino también la ambición de la familia Coll por consolidarse como un referente en la fabricación de artículos de regalo. «Fue entonces cuando se constituyó la sociedad que hoy conocemos como Kolser y que es el acrónimo de Coll y Serra», detalla su directora.
DIVERSIFICACIÓN. Desde sus inicios, Kolser ha mantenido una clara línea de diversificación en su producción. Inicialmente, se centraron en artículos de regalo, desde abrecartas a panoplias hasta que empezaron con las reproducciones decorativas de dagas y puñales, seguido de escudos heráldicos. Más tarde incorporaron la reproducción de armas de fuego con mecanismo de disparo simulado, algunas de ellas seleccionadas de entre los más prestigiosos museos en todo el mundo y fielmente reproducidas. Estos productos, diseñados con un alto nivel de detalle, se vendían como souvenirs para turistas y también como piezas de colección para aficionados a la historia.
«A través de una red de mayoristas conseguimos abrirnos al mercado internacional y exportar nuestros productos prácticamente a todo el mundo, desde Europa a Estados Unidos, Australia o incluso Emiratos Árabes», detalla Antonio Coll Morlà, director de producción y desarrollo. En paralelo, a finales de los años 80, la empresa comenzó a fabricar objetos funerarios, un sector que fue ganando peso en su producción. Estos objetos, hechos principalmente de plástico, incluían desde cruces, asas o adornos para cremación. «Fue un idea de mi padre que pensó que podíamos abrirnos a este mercado con nuestra maquinaria y nuestros conocimientos», comenta Eulàlia Coll, que se incorporó a en 1985 al negocio familiar como responsable de exportación.
En 2008 la empresa dio un paso más en su diversificación aprovechando su maquinaria de inyección de plástico para fabricar sillas plegables típicamente menorquinas y mesas de exterior hechas con material reciclable, que hoy se comercializan principalmente en Menorca y en las Balears bajo el paraguas de la marca SitSil. «El Govern Balear nos concedió un premio de innovación por estas creaciones de resina de plástico», añade la gerente. Este enfoque multidisciplinar ha permitido a Kolser mantenerse competitiva en diferentes sectores, mientras sigue fiel a su compromiso con la calidad y el servicio personalizado. Hace una década también entraron en la producción de suelas de plástico para los fabricantes de abarcas a través de sus mismas máquinas de inyección de plástico.
ADAPTACIÓN. La capacidad de adaptación ha sido uno de los pilares fundamentales de Kolser así como el tratar de entender las necesidades del mercado. «El tema souvenir va mucho de modas y de tendencias, de películas o series que ponen en el foco un artículo que puede hacer variar nuestra producción. Desde Kolser hemos colaborado en producciones cinematográficas y cortometrajes, proporcionando sus reproducciones de armas antiguas para películas de temática histórica o westerns», explica Antonio Coll. Este tipo de colaboraciones ha ampliado su mercado, permitiendo que sus productos lleguen a un público más amplio, incluidos coleccionistas y aficionados a las recreaciones históricas. Durante la pandemia de la COVID-19, mientras muchas empresas se vieron obligadas a cerrar o reducir su producción, la compañía pudo mantener su actividad gracias a la línea de productos funerarios, considerada esencial. Esta resiliencia permitió a la empresa continuar operando, e incluso encontrar nuevas oportunidades de crecimiento.
En estos últimos años, el panorama del mercado ha cambiado drásticamente. Antes, Kolser acudía a ferias comerciales para presentar sus productos y atraer a mayoristas, pero con la llegada de internet, el contacto con clientes se lleva a cabo sobre todo a través de canales digitales. La empresa ha sabido aprovechar esta nueva era, mejorando su presencia en línea y adaptando sus estrategias de marketing con la ayuda de una empresa especializada en Barcelona. Antònia Coll Coll, tercera generación, se ha incorporado en la empresa el año pasado colaborando en esta labor de redes sociales y diseño de catálogos mientras que su hermano Germán lo hizo en 2022 en el área de fabricación.
CALIDAD. Una de las claves del éxito de Kolser ha sido su enfoque en la calidad. La empresa se ha distinguido por fabricar productos de alta durabilidad, ofreciendo la posibilidad de personalizarlos para que se ajustasen a las necesidades específicas de cada comprador. Esta atención al detalle ha permitido a Kolser establecer relaciones duraderas con sus clientes, quienes valoran no solo la calidad del producto, sino también la seriedad y el cumplimiento de los plazos de entrega. En este sentido, la compañía garantiza plazos de entrega que rara vez superan los dos meses, lo cual es especialmente valorado hoy en día en el mercado. Otro aspecto clave de calidad en el mercado funerario ha sido la homologación de las asas para cumplir con la normativa francesa de resistencia, realizando pruebas en un laboratorio galo especializado. Además de su enfoque en la calidad y la diversificación, Kolser ha implementado a la vez medidas para minimizar el impacto ambiental de su producción. «Reciclamos toda la materia prima que podemos, principalmente plásticos, y los residuos tóxicos que usamos en nuestro proceso de fabricación, se tratan en la planta del Instituto Técnico de Bisutería de Maó donde poseen la tecnología adecuada para el reciclaje de esos residuos», concluye Antonio Coll.