Los sindicatos italianos no dan su apoyo expreso a ninguno de los
contendientes en las elecciones legislativas del 13 de mayo, pero a
la luz de los programas se muestran más beligerantes contra el
conservador Silvio Berlusconi. Esta posición quedó de manifiesto
ayer, en la penúltima jornada de la campaña electoral, en la que
Berlusconi y su principal rival, Francesco Rutelli (El Olivo)
mantuvieron sus diferencias sobre el proyecto que cada uno propone
para gobernar Italia.
El secretario general del principal sindicato italiano, CGIL,
Sergio Cofferati, aseguró ayer que en el programa de Berlusconi
«hay aspectos particularmente negativos y preocupantes para el
sistema de protección social», en alusión a una reforma de las
pensiones. Sobre la creación de empleo, Cofferati dijo que las
propuestas del centro-derecha se basan «en relaciones más frágiles
que las existentes hoy y benefician a las empresas y penalizan a
los trabajadores».
El otro gran sindicato es CISL, cuyo líder, Savino Pezzotta,
advirtió ayer que un eventual triunfo de Berlusconi podría hacer
que la patronal de empresarios sea más agresiva, ante lo cual «si
quiere gobernar con la concertación encontrará una posibilidad de
relación. Si quiere algo distinto, encontrará una respuesta». Como
es norma entre las centrales sindicales, ninguna ha pedido el voto
para una formación política concreta, aunque todas han tomado
posición frente a los programas electorales, en especial la parte
con las propuestas sociolaborales.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.