Los resultados oficiales de las elecciones italianas del domingo,
dados a conocer a media tarde de ayer con gran retraso y lentitud,
confirman la victoria del centroderecha, que lidera Silvio
Berlusconi, con una amplía mayoría tanto en la Cámara de Diputados
como en el Senado. Con la práctica totalidad de los votos
escrutados, el triunfo de la conservadora Casa de las Libertades es
rotundo en la Cámara de Diputados, donde obtiene 273 escaños,
frente a los 175 de sus rivales de la coalición de centroizquierda
de El Olivo, en el recuento correspondiente al sistema mayoritario.
Berlusconi, tras conocer los resultados, aseguró ayer que su
triunfo electoral responde al deseo de cambio de los italianos y se
comprometió a llevar adelante el ambicioso programa para reformar
la vida pública del país, incluido en el «contrato con los
italianos» que firmó durante la campaña electoral, si bien no
especificó que tipo de reformas realizará. Por su parte, el
candidato del centro-izquierda, Francesco Rutelli, aceptó la
derrota, si bien anunció que practicará una oposición «incisiva e
intransigente» ante el futuro Gobierno de Silvio Berlusconi.
Los resultados del proporcional, que tardarán aún en hacerse
públicos por las complejas operaciones aritméticas que requiere el
tratamiento de los restos, subrayarán aún más el éxito del
centroderecha. Forza Italia ha sido la más votada, con una
espectacular subida que le otorga el 29'5 por ciento de los votos.
La formación de Berlusconi pone tierra de por medio con sus
principales rivales, los ex comunistas Demócratas de Izquierda (DS)
del ex primer ministro Massimo D'Alema, que acusaron un descenso
desde el 21'2 al 16'6 por ciento. También se refuerza el partido de
Berlusconi con respecto a sus dos principales socios de coalición,
que registran retrocesos significativos, en particular la Liga
Norte, que del influyente 10 por ciento de 1996 se ha movido en el
escrutinio en el filo del 4 por ciento, porcentaje mínimo para
acceder al reparto de diputados.
De menor calado, pero igualmente significativo, es el retroceso
de la ex neofascista Alianza Nacional (AN) de Gianfranco Fini, que
pierde su puesto de tercer partido italiano, al pasar del 15'7 al
11'9 por ciento. Esa tercera plaza de AN la ha conquistado ahora
«La Margarita», agrupación electoral de los partidos centristas de
El Olivo -incluido Los Demócratas fundado por Romano Prodi- que se
sitúa en el 14'5 por ciento de los sufragios. El excelente
resultado electoral de «La Margarita» le acerca a los Demócratas de
Izquierda, herederos del Partido Comunista Italiano (PCI).
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