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REUTERS - SRINAGAR Al menos 17 personas murieron, incluyendo 15 rebeldes, en diferentes combates en la disputada región de Cachemira, centro de un conflicto entre la India y Pakistán. El número de víctimas mortales en 24 horas fue el más alto desde el domingo, cuando 21 personas murieron en la Cachemira india, que vive una revuelta separatista desde hace casi 13 años.

Las últimas muertes se registraron poco después que el ministro indio de Defensa, George Fernandes, dijera en una conferencia de prensa en Jammu que «hay 3.000 militantes todavía activos en el Estado y que se emprenderán esfuerzos para neutralizarlos». Sin embargo, se han aliviado las tensiones entre la India y Pakistán, que concentraron casi un millón de hombres en la región fronteriza tras un ataque en diciembre contra el Parlamento indio, en un atentado que el Gobierno de Nueva Delhi atribuyó a guerrilleros que operan desde Pakistán.

Pero la India insiste en que Pakistán haga honor a su compromiso de detener la infiltración de militantes a territorio indio antes de retirar sus tropas de la frontera. «El diálogo con Pakistán no es posible hasta que cese completamente la infiltración» de militantes, dijo Fernandes.

Un portavoz de la policía dijo que tres miembros del grupo militante Harkat-ul-Mujahideen fueron abatidos cerca de la frontera con Pakistán, en la selva Hafrada del distrito Kupwara, a 87 kilómetros al noreste de Srinagar, la capital de verano de Jammu y Cachemira. Poco antes, en una batalla nocturna entre el Ejército y guerrilleros separatistas, tres activistas del grupo Hizb-ul-Mujahideen murieron en el vecino distrito de Baramulla. Hizb-ul-Mujahideen, el principal grupo militante de Cachemira, lucha para que la región se anexe a Pakistán.