El presidente de Vivendi, Jean-Marie Messier, salió ayer de la sede central en medio de los aplausos de empleados.

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El segundo grupo mundial de comunicación, Vivendi Universal, cuyo polémico presidente, Jean-Marie Messier, confirmó ayer su partida, se desplomó ayer en la Bolsa de París, en medio de interrogantes sobre la sinceridad de sus cuentas. Poco antes de las 14.00 horas la cotización de Vivendi Universal (VU) llegó a caer un 40'88 por ciento, una pérdida del 77 por ciento en lo que va de año. Al final perdió un 25'52 por ciento.

La caída de VU contribuía a la fuerte bajada del parqué parisiense, cuyo principal índice, el CAC-40, cedió un 4'15%. El primer detonante del derrumbe de VU, cuya cotización fue suspendida temporalmente por la avalancha de órdenes de venta, fue la rebaja, por parte de la agencia Moody's, de la calificación de su deuda a largo plazo al rango de «bonos basura». A esa rebaja, que dificultará tremendamente la capacidad del endeudado grupo de obtener nuevas financiaciones, se sumaban las revelaciones sobre intentos de manipular las cuentas.

El diario vespertino «Le Monde» reveló ayer que hubo un intento de maquillar las cuentas de VU el pasado otoño, con la ayuda de sus gabinetes de auditores, incluido Andersen (ya implicado en el escándalo de Enron), y que esa operación fue frustrada por la Comisión francesa de Operaciones de Bolsa (COB). Pese al desmentido posterior de Vivendi, la COB confirmaba anoche la versión de «Le Monde». El futuro de VU -que tuvo pérdidas récord de 13.600 millones de euros en 2001 y cuya deuda, incluida la de su filial de agua, ronda los 35.000 millones de euros-, preocupa a los 380.000 asalariados del grupo, que ha crecido a golpe de adquisiciones y deuda.

Desplome de las Bolsas europeas, incluida la de Madrid, arrastradas por Wall Street
La caída que registró el lunes y ayer Wall Street, forzada por las renovadas dudas sobre la contabilidad de las grandes compañías del mercado, ha provocado una bajada del 2'61% en la bolsa española, que vuelve a alejarse de los 7.000 puntos. Así, el indicador selectivo del mercado continuo, el Ibex-35, principal referencia de la bolsa española, perdió 180'20 puntos, un 2'61%, hasta situarse en los 6.713'40 puntos, en tanto que el índice general de la Bolsa de Madrid retrocedió 15'86 puntos, un 2'20%, para cerrar con 706'34 puntos, el mínimo de la sesión. El desplome de Vivendi arrastró a la Bolsa de París, que cayó un 4'15%, mientras que Londres perdió 3'71% y Fráncfort un 3'91%.