Los heridos del último atentado palestino fueron trasladados urgentemente al hospital.

TW
0

Al menos doce israelíes murieron y otros veinte resultaron ayer heridos, varios de ellos de gravedad, en un ataque de francotiradores palestinos contra un grupo de colonos judíos que se dirigía a rezar en la Cueva de los Patriarcas de la ciudad dividida de Hebrón. El ataque palestino se produjo al comenzar la jornada judía del «shabat», y desencadenó un intenso tiroteo entre los milicianos y los soldados que acudieron a socorrer a los colonos.

La pasada el Ejército rodeaba una vivienda en la colina de Abu Snena donde al parecer ha acorralado a los atacantes, cuyo número se desconoce. Fuentes locales informaron de que hay también numerosas víctimas palestinas en la ciudad, que el Ejército cañoneó con carros de combate para sofocar el ataque, aunque por el momento no se ha informado de cifra alguna porque el lugar ha sido declarado zona militar cerrada. Fuentes militares en esa ciudad destacaron que «ha sido un ataque planificado de antemano y no es obra de un sólo hombre».

La Yihad Islámica se responsabilizó del ataque por medio de una llamada telefónica a la televisión libanesa Al Manar, de la guerrilla pro-iraní Hizbolá. El ataque comenzó con fuego de armas automáticas desde la colina de Abu Snena, aunque los palestinos también lanzaron granadas de mano contra el primer grupo de colonos que fue atacado, según testigos. Sin embargo, una gran parte de las víctimas son de un segundo grupo de colonos que acudió a socorrerlos.

El primer ministro israelí, Ariel Sharón, ha sido puesto al tanto de los hechos, mientras que el ministro de Defensa, Shaul Mofaz, ha convocado a varios jefes del Ejército para estudiar la situación. Observadores locales no descartan una operación militar esta misma noche contra la ciudad de Hebrón, en la que el Ejército ocuparía la colina de Abu Snena y el barrio de Haret A-Shej, desde donde los palestinos suelen disparar contra los colonos judíos.