Imagen dantesca la que contempla un policía iraquí tras la explosión de un coche cerca del aeropuerto de Bagdad.

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Según un portavoz de la IV División norteamericana, un policía militar perdió la vida ayer al ser alcanzado por una bomba de fabricación casera. Añadió que el soldado patrullaba junto a sus compañeros cerca de la conflictiva localidad de Baquba.

Estados Unidos respondió con una operación masiva de rastreo y detención en Bagdad y alrededores, que culminó con el arresto de 66 sospechosos, 21 de ellos considerados por el mando militar de «gran relevancia».

También informó de que un militar experto en la desactivación de explosivos pereció cuando trataba de neutralizar un artefacto similar, colocado en el arcén de una de las vías secundarias que llevan a Baquba.

Con su muerte, asciende a 210 el número oficial de soldados del Pentágono que fallecen en combate en Irak desde que el pasado primero de mayo la Casa Blanca anunciara el fin de las grandes operaciones bélicas.

Un portavoz de la I División Acorazada, que también combate en el conflictivo «triángulo suní», al norte de Bagdad, subrayó que uno de los detenidos es «un importante responsable que podría tener valiosa información» acerca de las actividades de la resistencia.

El día de Navidad fue, asimismo, cruento en Irak, donde murieron dos soldados norteamericanos y la resistencia lanzó diversos ataques contra tres embajadas, dos hoteles ocupados por extranjeros y la zona en la que trabaja la Autoridad Provisional de la Coalición. Un portavoz de la IV División de Infantería de EE UU reveló que dos de sus soldados murieron y cuatro resultaron heridos en un ataque perpetrado cerca de Baquba. Un grupo de insurgentes armado con fusiles y lanzagranadas asaltó una patrulla estadounidense.