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AFP-PARIS
Libia firmó ayer en París un acuerdo de indemnización de 170 millones de dólares con las familias de las víctimas del atentado de 1989 contra el DC-10 francés de UTA 14 años después de los hechos, lo que despeja la vía hacia una normalización de las relaciones entre ambos países, según un corresponsal de la AFP presente en el lugar.

Un cheque en euros equivalente a 42,5 millones de dólares, la primera de las cuatro cuotas destinadas a las familias y que serán entregadas en un plazo de seis meses, fue depositado y certificado por la Caja de depósitos, que debe crear también una fundación para controlar la distribución del dinero.

Libia se comprometió a pagar 170 millones de dólares, o sea un millón de dólares por víctima de este atentado perpetrado en septiembre de 1989 y que causó 170 muertos de 17 nacionalidades, entre ellos 54 franceses, cuando el aparato se estrelló en el desierto de Teneré (Níger).

«Se ha cerrado una etapa en las relaciones franco-libias», comentó el director de la Fundación Kadhafi, Sale Abdu Salam, luego de la ceremonia de firma que se llevó a cabo en un ambiente cargado de emoción y ante los aplausos de los firmantes y las familias.

El acuerdo fue hecho público en presencia de unas veinte personas, representantes de las familias, que se mostraron muy contentos de que «Libia reconozca su responsabilidad» en la caída del avión. «Hace 14 años que esperábamos un reconocimiento de culpabilidad y de responsabilidad de Libia en el atentado», dijo Brigitte Moret, cuya hermana, azafata, murió en el atentado.

Sin sorpresa, la lectura del acuerdo del director de la fundación Kadhafi es muy diferente. Según él, los seis libios condenados a cadena perpetua por una corte francesa en 1999 son «inoncentes» y fueron juzgados en rebeldía, sin tener posibilidad de defenderse.