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España está dispuesta a trabajar para conseguir que el acercamiento entre Irán y Estados Unidos y los demás países occidentales, registrado a raíz del terremoto que asoló la ciudad de Bam, «cuaje y fructifique». Este es el principal mensaje con el que Ana Palacio acudió a la entrevista que tenía concertada ayer con el presidente de Irán, Mohamed Jatamí, y a la reunión que mantuvo a continuación con el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Kamal Jarrazi.

La ministra llegó a última hora de la tarde a Teherán procedente de la ciudad de Bam, devastada por el terremoto del pasado 26 de diciembre, y donde tuvo ocasión de conocer sobre el terreno el grado de destrucción causada por el seísmo que, según cifras oficiales, ha dejado al menos 35.000 muertos, aunque se calcula que entre los escombros podrían quedar otros tantos cadáveres.

En unas declaraciones efectuadas antes de acudir a sus citas con los dirigentes iraníes, Palacio aseguró que España planteará ante la próxima reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea la necesidad de realizar un esfuerzo conjunto entre todos los países de la UE para ayudar en la reconstrucción de Bam.