El presidente de EEUU, George W. Bush, durante su discurso en el debate sobre el estado de la Unión.

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El presidente de EEUU, George W. Bush, defendió ayer la invasión de Irak, y prometió que buscará devolver la confianza y el poderío al país, en un discurso con el que comenzó su campaña electoral para las elecciones de noviembre. En su discurso sobre el Estado de la Unión ante las dos cámaras del Congreso, Bush anunció iniciativas para fortalecer el crecimiento del país, promover una mayor reforma de la educación, resolver el aumento en el costo de la atención médica «y hacer de Estados Unidos un país más solidario». El presidente Bush presentó la caída de Sadam Husein y la mejoría de la economía como los éxitos de su gestión.

«Podemos seguir adelante con el crecimiento económico y las reformas en educación y servicio médico para ancianos, o podemos volcarnos hacia políticas obsoletas y viejas divisiones», manifestó. Bush respondió a críticos que le han acusado de invadir sin respaldo de las Naciones Unidas y con informaciones falsas sobre la existencia en Irak de armas de destrucción masiva, que nunca han sido encontradas.

Pero dedicó la parte más importante del discurso a defender la invasión de Irak lanzada el año pasado dentro de su guerra global contra el terrorismo. «Estados Unidos es todavía un país en guerra ... y no hemos recorrido este camino, pasando por la tragedia, el esfuerzo y la guerra, sólo para vacilar y dejar el trabajo inconcluso», manifestó.

Bush también insistió en sus proyectos de fijar de manera permanente las rebajas de impuestos, el costo de la atención médica e impulsar la educación. «Podemos avanzar con confianza y resolución, o nos podemos volcar hacia la peligrosa ilusión de que los terroristas no están conspirando y los regímenes renegados no son una amenaza», dijo.