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EFE-RAMALA
Milicianos de las Brigadas de los Mártires de Al Aksa quemaron ayer el edificio de los servicios secretos de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en la ciudad cisjordana de Jenín.

Por otra parte, el coronel Mohamed Dahlán, ex jefe de la Seguridad Preventiva en la franja de Gaza, ha conminado al presidente Yaser Arafat a que antes del próximo 10 de agosto ponga en práctica «reformas satisfactorias» para combatir la corrupción, o se reanudarán las protestas.

Fuentes de esa facción de la resistencia palestina contra la ocupación militar israelí, afiliada al movimiento Al Fatah, que preside Yaser Arafat, explicaron esa acción a los periodistas diciendo que miembros de ese organismo los «espían».

Antes de provocar el incendio en las instalaciones de ese servicio de seguridad, dependiente de Arafat, las Brigadas habían quemado la sede de la Gobernación en Jenín.

En este caso el argumento fue que el nuevo gobernador, Kadura Musa, nombrado hace dos días por el presidente de la ANP para desempeñar esa función, se niega a abonar sus salarios y a cooperar con los miembros de la milicia.

Algunas fuentes palestinas creen que también fueron milicianos de las Brigadas los que la pasada madrugada secuestraron a tres maestros de inglés de Estados Unidos, el Reino Unido e Irlanda que enseñaban ese idioma como voluntarios en una iglesia de Naplusa.

Los tres secuestrados fueron puestos en libertad dos horas después cuando los captores fueron cercados en una casa del vecino campo de refugiados de Balata por agentes de la policía palestina.