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La situación de relativa calma que se vivía en la zona estos últimos meses peligra con el anuncio de varias milicias palestinas de que retoman oficialmente la lucha armada y la reanudación de las operaciones ofensivas por parte del Ejército israelí.

El ministro israelí de Asuntos Exteriores, Silván Shalom, aseguró ayer, que la persecución de palestinos implicados en ataques contra Israel continuará hasta que la ANP tome cartas en el asunto y comience a desmantelar las milicias.

El último ciclo de violencia se inicio el domingo con la muerte de un cabecilla del brazo armado de la Yihad a manos de Israel en Tulkarem, al que los servicios secretos israelíes responsabilizaban de estar planificando un inminente atentado. Fuentes de seguridad israelíes sostienen que ese ataque fue el que ocurrió en Hedera tres días después, donde un suicida estalló con un bolso cargado de explosivos y mató al menos a cinco israelíes.

Desde entonces, Israel ha retomado las medidas ofensivas como principal estrategia en su lucha contra los grupos armados en Cisjordania y Gaza, que se ha traducido en el cierre de esos territorios, y la reanudación de redadas nocturnas, de la política de asesinatos selectivos y de bombardeos en el norte de Gaza, desde donde las milicias disparan sus cohetes.

«No tenemos ninguna intención de hacer como que no ha pasado nada» después del atentado suicida en Hedera, dijo Shalom en una entrevista con la radio pública israelí desde París, donde efectúa una visita oficial. Y agregó: «La persecución de terroristas en todas partes continuará». Shalom advirtió que la ofensiva continuará dado que el presidente de la ANP, Mahmud Abbás (Abu Mazen), no tiene intención de poner fin a la actividad de las milicias.