La economía británica entró oficialmente en recesión en el último trimestre de 2008, una situación que no se producía desde 1991, después de sufrir una contracción del 1,5% respecto a los tres meses anteriores, la más severa en casi tres décadas, tras el recorte del 0,6% experimentado entre julio y septiembre.
La Oficina Nacional de Estadística (ONS, en sus siglas en inglés) confirmó ayer las previsiones de los expertos, que ya a mediados del pasado año habían pronosticado la recesión en Reino Unido, y agudizó una situación en la que el recorte interanual entre octubre y diciembre fue hasta del 1,8% respecto al mismo período de 2007.
Así, pese a que el propio Gobierno había asumido que la evolución del PIB experimentaría una contracción en el segundo semestre de 2008, lo que se considera técnicamente recesión, el 1,5% del último trimestre supera las estimaciones más pesimistas, que esperaban un recorte del 1,2%, tres décimas por debajo, lo que deja como resultado que, en el conjunto anual, la expansión de la economía de las islas fuese de tan sólo el 0,7%, el índice más bajo desde 1992.
En este contexto, los expertos han modificado sus previsiones para 2009, pese a las estimaciones iniciales del Ejecutivo que apuntaban a una recuperación hacia final de año. Las previsión global calcula que, en el conjunto de 2009, el recorte será del 2,1%, frente a la horquilla de entre el 0,75% y el 1,25% que el ministro del Tesoro, Alistair Darling, había estimado el pasado noviembre.
No obstante, Darling ya ha avanzado que en el proyecto de presupuestos que presentará en marzo corregirá las estimaciones de crecimiento para adaptarlas a una evolución que presenta un saldo peor al de la recesión de la década los 90 y obliga a remontarse hasta el segundo trimestre de 1980, uno de los peores años para la economía británica del pasado siglo.
La materialización de esta situación en los sectores estratégicos se ha hecho notar ya más allá del sistema financiero y tanto la industria automovilística como el mercado de la vivienda están experimentando graves recortes, a los que se añade la preocupante evolución del mercado laboral, con 1,92 millones de parados más y una tasa del 6,1%.
Los resultados industriales fueron, precisamente, los principales catalizadores del severo recorte, puesto que cayeron un 4,6%, mientras que los servicios lo hicieron casi un 1 por ciento tras la disminuación del 2,4% en el ámbito hostelero. Por su parte, el apartado financiero yse contrajo un 0,5% y hasta la Administración, hasta ahora único que crecía, deja un saldo negativo del 0,5%.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.