En una entrevista que publica hoy el diario flamenco Het Nieuwsblad, De Clerck afirma que la «gran mayoría» de los 475 archivos recientemente incautados por la policía a la comisión que investigaba este tipo de casos «concierne a hechos que se remontan a 30, 40 y 50 años» y que por lo tanto prescribieron «hace tiempo».
Por ello, «si no es posible aplicar justicia, la Iglesia debe entonces reconocer a las víctimas, mostrarles respeto y reconocer sus faltas», dijo el ministro. Esto puede hacerse «de diferentes maneras, como penalizar al sacerdote culpable, inhabilitarlo u ofrecer una indemnización a la víctima», sugirió.
«Cada caso debe ser estudiado para encontrar la mejor compensación», señaló el ministro, quien precisó que sería la propia Iglesia la que debería hacerse cargo de la indemnización.
Los supuestos casos de pederastia están siendo investigados por un tribunal belga. La comisión, que había recibido centenares de denuncias desde que el Vaticano cesara al obispo de Brujas por abusar de un joven cuando era sacerdote, dimitió a causa de los registros practicados por la policía y agentes judiciales.
Esta operación fue calificada de «deplorable y sorprendente» por Benedicto XVI, quien el pasado miércoles recibió al arzobispo de Malinas-Bruselas.
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