Entre el 1 de enero y el 23 de mayo, más de 45.000 refugiados y migrantes llegaron a Italia por mar, un 44 por ciento más con respecto al mismo periodo del año pasado, según UNICEF, que precisa que entre ellos había 5.500 niños solos y no acompañados. Esta última cifra supone un 22 por ciento más que en 2016 y constituye aproximadamente el 92 por ciento de todos los menores que llegan a Italia por esta travesía.
«Cada vez más niños se están aventurando a tomar la ruta del Mediterráneo central para llegar a Italia, lo que significa que cada vez más niños mueren intentando llegar allí», ha lamentado el director ejecutivo adjunto de UNICEF, Justin Forsyth.
Según ha indicado en un comunicado, durante 2016 llegaron a Italia 26.000 menores no acompañados, «una cifra sin precedentes». De mantenerse la tendencia actual, ha advertido, «será superada con creces en 2017». «No es un récord del que podamos estar orgullosos, sino un recordatorio de nuestro fracaso colectivo para garantizar la seguridad y el bienestar de los niños refugiados y migrantes», ha sostenido.
«Es necesario detener inmediatamente este drama, habilitando vías seguras para migrar y pedir asilo. La muerte de un solo niño migrante es demasiado», ha reclamado el director ejecutivo de UNICEF Comité Español, Javier Martos.
Mensaje al G7
La agencia de la ONU ha lanzado este mensaje en vísperas de la cumbre del G7 que se celebra este viernes y sábado en Taormina, en Sicilia, uno de los principales puertos de entrada de los migrantes y refugiados que cruzan el Mediterráneo. Al menos 36.000 refugiados y migrantes rescatados desde enero han sido trasladados a Sicilia.
«Sicilia es un símbolo de esperanza para los niños desarraigados que buscan una vida mejor, pero también es el punto final de una travesía extremadamente peligrosa que ha costado las vidas de muchos niños a lo largo del trayecto», ha subrayado Forsyth.
«Es oportuno que los dirigentes del G7 se reúnan en un lugar tan cargado de simbolismo y de significado de lo que se ha convertido en una de las mayores crisis de nuestro tiempo. Este es el momento de mostrar un verdadero liderazgo y adoptar un plan concreto de medidas que garanticen la protección de los niños refugiados y migrantes», ha reclamado.
En concreto, UNICEF reclama a los países que integran el G7 (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Canadá y Japón) que aprueben su plan de acción para proteger a los niños refugiados y migrantes.
Dicho plan exige proteger contra la explotación y la violencia a los niños refugiados y migrantes, en particular a los no acompañados; terminar con las detenciones de los niños migrantes o que solicitan el estatus de refugiados, implantando una serie de alternativas adecuadas; mantener a las familias unidas; ofrecer formación a todos los refugiados y migrantes, y darles acceso a servicios de calidad, entre ellos sanitarios; exigir que se actúe sobre las causas subyacentes de los grandes desplazamientos, y promover medidas para luchar contra la xenofobia, la discriminación y la marginación en los países de tránsito y destino.
5 comentarios
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Si te refieres a la Guerra Civil, tanto de un bando como de otro huyeron hacia paises donde sabían perfectamente que no los rechazarían. Y si te refieres a los que emigraron por motivos económicos, no los rechazaron pero se tuvieron que ganar los derechos y el respeto de los naturales de los países que los acogieron con su trabajo y esfuerzo. Recibieron pocas ayudas económicas o ninguna. Y aquí ahora somos demasiado generosos con todo el mundo y podemos estar introduciendo peligrosos caballos de troya en nuestros países sin darnos cuenta.
Ya. Nos conmueven estos niños pero aquí diariamente más de 200 españolitos no llegan a ver la luz del mundo simplemente porque sus madres los consideran un estorbo. Pero estos no importan, que es lo políticamente correcto. ¿No?
@ Quasimodo.. no te has parado a pensar que los primeros culpables son los Presidentes de sus Países ??? Creo que los españoles vivimos un historia así...y no nos dieron patadas para devolvernos a España.
Me daban mucha pena y ayudaba en lo que podía, pero desde el infanticidio masivo del domingo pasado, perpetrado por alguien que profesa la misma religion que la mayoría de los desplazados ya no estoy tan seguro de si se deben acoger refugiados musulmanes. En mi casa, desde lyego que no los voy a acoger.
Toda la culpa, absolutamente toda la tienen los políticos europeos, con Merkel al frente, por no haber atajado el problema de raíz y permitir con su desidia que los traficantes hagan lo que quieran y cuando quieran. Si a los primeros que llegaron los hubieran devuelto inmediatamente a los puertos de donde salieron ya no habrían venido más y esas muertes no se habrían producido.