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Greenpeace España no considera que la decisión del presidente de EE.UU. Donald Trump de forzar la salida de su país del Acuerdo de París pueda generar un «efecto contagio» como sucedió en su día con el Protocolo de Kioto cuando se produjo una «estampida» de otros países por la actitud norteamericana.

Así lo ha explicado hoy a Efeverde Mario Rodríguez, director de esta organización ecologista, en una concentración que ha convocado esta mañana frente a la embajada de Estados Unidos, donde ha asegurado que «esta vez, el peligro de que otros países sigan su ejemplo no es inminente y, si sucediera en las próximas semanas, sería minoritario».

De hecho, las primeras reacciones de la UE y China a favor de mantenerse fieles al tratado y aplicarlo tal y como lo ratificaron «indican que el mandatario norteamericano está aislado» según Rodríguez, pues «la comunidad internacional se está moviendo en la línea de reforzar el acuerdo» y seguirá adelante «con Trump o sin él».

La decisión de la Casa Blanca conducirá a «un frenazo en materia ecológica» debido a su apuesta, con ayudas y subvenciones del gobierno federal, a la «industria sucia» del carbón y de los combustibles fósiles, lo que hará que zonas protegidas del Ártico y el Pacífico «vuelvan a estar en riesgo».

La responsable de la campaña de Cambio Climático de Greenpeace España, Tatiana Nuño, ha añadido que «gran parte de la ciudadanía norteamericana, los alcaldes y los gobernantes de varios Estados, así como los responsables de varias empresas norteamericanas están reaccionando ya en contra de la decisión de Trump».

Además «aún faltan cuatro años para que esta orden se haga efectiva», pues el tratado sobre el Cambio Climático no permite la salida automática del mismo.

Por ello, la decisión definitiva coincidiría con la fecha prevista de las próximas elecciones presidenciales en EE.UU., lo que concede un margen de tiempo para que «los candidatos hablen más de cambio climático».

El Acuerdo de París fue «todo un logro, fruto de más de veinte años de negociaciones, y no es renegociable», ha sentenciado Nuño, quien ha comparado el hecho de que «mientras China cierra centrales térmicas de carbón, Trump cierra la puerta a la lucha climática».