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La Oficina de la Dirección de Inteligencia Nacional de Estados Unidos ha publicado este martes un informe clasificado sobre amenazas externas en las elecciones de 2020 que señala que Rusia y otros «adversarios extranjeros» intentaron interferir en el desarrollo de la misma.

Según el texto, al que ha tenido acceso CNN, Rusia intentó «denigrar» la candidatura de Joe Biden y los demócratas y apoyar a Donald Trump al tiempo que buscaba «socavar la confianza en el proceso electoral».

No obstante, los autores del informe han señalado que, a diferencia de 2016, los ciberataques rusos no buscaban acceder «a la infraestructura de las elecciones».
«No hay indicación de que ningún actor extranjero intentara alterar ningún aspecto técnico del proceso de voto en las elecciones de 2020, incluido el registro de votantes, las papeletas, la tabulación de los votos o el traslado de los resultados», señala el informe, que vuelve a desacreditar las teorías del fraude electoral.

«La influencia maligna extranjera es un duradero reto al que se enfrentara nuestro país», ha señalado la directora de Inteligencia Nacional, Avril Haines.

El informe también hace mención a China, que no interfirió en el proceso aunque «consideró realizar esfuerzos de influencia para cambiar el resultado de las elecciones presidenciales».

En la misma línea, el texto también ha señalado a Irán por desarrollar «una campaña encubierta de influencia» que buscaba rebajar las perspectivas de reelección de Donald Trump «sin promover a candidatos alternativos», así como «socavar la influencia en las instituciones democráticas».

La influencia rusa en los comicios que terminaron en la victoria a Donald Trump fueron objeto de una amplia investigación a cargo del fiscal especial, Robert Mueller, que, no obstante, no probó que la campaña del candidato estuviera colaborando con Rusia, pero sí considero probada la interferencia por parte de este país.