Así lo ha manifestado el secretario general de la ONU en la recepción a los líderes mundiales, en una ceremonia en la que han intervenido el primer ministro británico, Boris Johnson, el Príncipe de Gales, Carlos de Inglaterra, el naturalista sir David Attenborough, la primer ministra de Barbados, Mia Mottley, y la secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Cambio Climático, Patricia Espinosa.
En su discurso, Guterres ha apuntado que los últimos seis años desde que se firmó el Acuerdo del Clima de París se han registrado los años más cálidos de la historia.
«O paramos, o nos para. Es tiempo para decir ya es suficiente. Ya es suficiente de brutalidad contra la biodiversidad, de matarnos con carbono, suficientes incendios, inundaciones, de derretimiento de los glaciares», ha subrayado Guterres que alerta: «Estamos cavando nuestra propia tumba».
De hecho, ha lamentado que los recientes anuncios y compromisos podrían dar la impresión de que el mundo va en la buena dirección pero, a su juicio, esto es «solo una ilusión», porque la suma de contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC, por sus siglas en inglés), situarán el incremento global, en el mejor de los escenarios en 2,7ºC. «Incluso si los compromisos son serios, hay dudas de que se puedan evitar las peores catástrofes», ha manifestado.
En ese sentido, Guterres añade que el planeta se encamina hacia «el desastre climático», por lo que considera que fallar en la acción contra el cambio climático no es una opción. «Fallar es una sentencia de muerte», ha sentenciado el secretario general de Naciones Unidas que insta a que Glasgow sea un punto de inflexión.
Asimismo, ha reiterado que «la ciencia es clara» y los países saben lo que tienen que hacer y lo primero es mantener «vivo» el objetivo de limitar el incremento de temperatura global a 1,5ºC, para lo que reclama «mayor ambición» tanto en adaptación como en mitigación.
Pero ha precisado que, aunque de acuerdo con el principio de responsabilidad los países desarrollados --responsables del 80 por ciento de las emisiones-- tienen una «responsabilidad extra» y deben «liderar los esfuerzos», Guterres considera que los países en desarrollo también «tienen un papel importante que desempeñar».
Por ello, ha instado a aportar «la máxima ambición de todos los países y desde todos los frentes para lograr el éxito en Glasgow» y, en ese sentido, ha propuesto «crear coaliciones» para establecer alianzas que logren las condiciones apropiadas para descarbonizar la economía y hacer la transición de «gris a verde».
Por otro lado, para evitar el «déficit de credibilidad y confianza» sobre las distintas formas de contabilizar las emisiones y los objetivos, que se miden con «distintos significados y métricas», ha anunciado que en la COP26 se va a crear un grupo de expertos que elabore un sistema común para medir las emisiones de gases de efecto invernadero.
En tercer lugar ha apelado a que la Cumbre de Glasgow sea «la de la solidaridad» y en ese sentido estima que lograr que los 100.000 millones de dólares anuales de financiación climática para los países en desarrollo «debe ser una realidad» y ha insistido en que ese aspecto es «crítico» para «restaurar la credibilidad y la confianza».
Guterres ha destacado que la ciencia suena, el planeta está hablando y la acción climática está en la preocupación de todos los países por lo que ha pedido a los líderes que escuchen y actúen. «Les pido más ambición, más solidaridad y salvaguardar el futuro de la humanidad», ha concluido.
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