Biden subrayó que esto no es como un día de nieve normal, sino que es algo «serio», al tiempo que reveló que su Gobierno ha intentado contactar con los 26 gobernadores de los estados afectados. Según medios de comunicación locales, en el norte de Idaho se han alcanzado temperaturas de hasta -59 °F (-50 °C), mientras que algunas de las principales ciudades del país afrontarán condiciones extremas el viernes con -34 °F (-36,6 °C) en Chicago (Illinois), -32 °F (-35 °C) en Mineápolis (Minesota) y -21 °F (-29°C) en Denver (Colorado). En su última actualización de este jueves, el NWS pronosticó una «gran tormenta anómala» a lo largo del fin de semana, con nieve, fuertes vientos y bajas temperaturas «peligrosas».
El fenómeno meteorológico irá desde el norte de la Gran Cuenca, una zona hidrográfica que abarca Nevada, parte de Utah y California, Idaho, Oregón y Wyoming, hasta el norte del medio oeste, los grandes lagos y los Apalaches centrales y septentrionales. El NWS indicó que habrá «una peligrosa masa de aire frío sin precedentes» por un frente del Ártico que llegará a los valles de Ohio y Tennessee esta noche. De acuerdo a la página web Flightaware, se han producido un total de 1.724 cancelaciones de vuelos dentro, hacia o desde EE.UU. este jueves.
Los aeropuertos más afectados por las cancelaciones son O'Hare en Chicago, Chicago Midway y el de Denver. Las aerolíneas han avisado de que la nieve, los vientos gélidos y las bajas temperaturas podrían afectar los viajes desde Seattle, en la costa oeste del país, a Boston, en el noreste, o Carolina del Norte, en el sur. Tales son las condiciones meteorológicas que incluso un país como Canadá, acostumbrado a la nieve y las bajas temperaturas invernales, afronta un frío inusual extremo que está azotando las provincias occidentales y que se espera que se extienda por el este en las próximas horas, con nieven abundante y vientos.
5 comentarios
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@Salchichas justamente esta ola de frío extremo es calentamiento global, hay veces que es mejor no decir nada.
Se invirtieron más de 30.000 millones de euros luchando contra el "calentamiento global" y resulta que ahora lo que vende es el "cambio climático". Llegará un día que digan que lo que cambia es donde nieva y donde hace sol. La izquierda lo aprovecha todo.