«Vamos a interponer una demanda civil contra Bitel por competencia
desleal», afirma Bernat Pons, uno de los cuatro socios-propietarios
del servidor Atlas ISP, rival comercial de Bitel y que ha
solicitado a la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones el
cierre cautelar de sus instalaciones.
Bitel, participada por el Govern (46%), Teléfónica (44%) y Sa
Nostra (10%), es el eje principal de una investigación judicial por
un supuesto caso de espionaje electrónico denunciado por el
Ejecutivo que preside Francesc Antich. Expertos en informática de
la Policía Nacional están elaborando un informe a partir del disco
duro del ordenador incautado en el Consolat de la Mar, desde donde,
posiblemente, se realizaba copias del correo electrónico dirigidos
a la Comisión de Urbanismo del Consell de Mallorca, y que iban a
parar al ordenador de una asesor del ex presidente del Govern y
hoy, ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas.
Atlas, no obstante, se ha empeñado en otra batalla judicial,
ésta, por la vía civil, según explicó Pons a este diario.
«La actuación de Bitel ha sido claramente contraria a los intereses
de Atlas en particular, y a la libre competencia en general»,
explica. «Los perjudicados no hemos sido sólo nosotros. No nos
hemos inventado nada. El mercado nacional de las telecomunicaciones
debe actuar de oficio, como le corresponde, e instar el cierre
cautelar de Bitel. Para operar, necesitas una autorización. Y Bitel
no la tiene. Si además, se da la circunstancia agravante que eres
un PSI (Proveedor de Servicios de Internet) participado por el
Govern, Teléfonica y Sa Nostra que está desvirtuando el mercado,
más aún a nuestro favor», señaló.
Atlas fue fundada en 1995 y empezó a operar el 1 de enero de
1996. Es una empresa netamente mallorquina, que se considera
perjudicada por la competencia «desleal» de Bitel, según Pons.
«Estamos preparando pruebas para sustentar nuestra demanda»,
precisa. «El tema no es trivial. Operar sin autorización es una
falta muy grave. En Bitel se hicieron las cosas muy mal en muchos
aspectos. Desde el correo electrónico hasta el préstamo a esa
empresa (Equiof), hasta la competencia desleal. Es posible que
alguien acabe denunciando más cosas. Bitel ha desvirtuado el
mercado y ha jugado con otras normas». El socio-propietario de
Atlas hace cuentas, pero éstas no le salen. Recuerda que para poder
operaren el mercado de los servidores de Internet, es obligatorio
el pago de tasas anuales a la comisión del mercado de
telecomunicaciones. Pons dice que ese desembolso se calcula sobre
el 1'5 por ciento por mil de la factura anual de un ejercicio
económico. Bitel, en este caso, ha facturado 2.000 millones en los
últimos cuatro años, según han admitido sus representantes
legales.
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