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Los virus gastrointestinales han vuelto a hacerse notar entre la población de Mallorca, como no podía ser menos en una época de frecuentes cambios de temperatura como la que estamos viviendo. Este tipo de virus es una epidemia que se repite cada año, unas veces de forma más virulenta y otras menos, si bien por el momento no hay saturación en los centros de salud ni en los hospitales y tampoco un aumento de las consultas de personas afectadas.

El director médico de Atención Primaria de Mallorca, Tito Hidalgo, apuntó ayer que por el momento no se ha detectado un aumento espectacular en el número de casos, ni una virulencia especial en su cuadro clínico. Este se caracteriza, principalmente, por dolor abdominal y diarreas, y sus efectos persisten entre 24 y 48 horas.

Al tratarse de virus y no de bacterias, los medicamentos no sirven e incluso son perjudiciales para el paciente. Tampoco suele hacer falta acudir al médico a no ser que el paciente esté postrado (falta importante de fuerzas para moverse con relativa normalidad). El tratamiento debe basarse en una buena hidratación (en pequeñas tomas para evitar vómitos), buena alimentación y evitar cambios de temperatura. Por otro lado, los hospitales y clínicas de Balears han recibido una «Hoja de alerta» de la Sección de Epidemiología de la Conselleria de Sanitat del Govern balear en la que se comunica que desde el año 1999 esta sección ha ido detectando de forma esporádica casos de gastroenteritis asociada a la ingesta de calabacín.

Hasta el momento, los casos detectados son 10, todos ellos con característica comunes como que el alimento asociado es siempre el calabacín (la preparación es diversa) con sabor muy amargo, que el periodo de latencia es corto, entre 2 y 5 horas, la sintomatología es gastrointestinal y sin fiebre. Los datos recogidos hacen pensar en una causa tóxica, aunque las pruebas realizadas a las muestras de calabacín no han dado resultados positivos, y se reclama que se comuniquen posibles nuevos casos.