La apertura de la Feria de Abril vivió una jornada especial con la protesta de los independentistas. Foto: T.AYUGA.

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Cientos de bombillas y vatios de sonido se encendieron anoche con motivo de la inauguración de la XII edición de la Feria de Abril, que con polémica independentista hizo sonar sevillanas y desprender olor a pescaíto frito. La noticia, en la primera noche de la feria, fue, sin duda, la manifestación realizada de manera pacífica por el Lobby per la Independència, que a ritmo de ximbombas y xeremiers protestó con indumentaria de payés y trajes regionales por la celebración y participación del Ajuntament en esta fiesta andaluza.

A ritmo de ball de bot los manifestantes desplegaron senyeres mallorquinas, dimonis, y obsequiaron a Joan Fageda con unos doblegats de Can Miquelet del Forn de sa Pelleteria, como símbolo de su reivindicación. El alcalde de Palma se dirigió a su llegada al recinto del Camí de Jesús a los manifestantes, a los que entregó un amplísimo dosier que especificaba todos los actos y fiestas que organiza el Ajuntament a lo largo del año para mantener las tradiciones de Mallorca. Fageda respondió así a los que están en contra de la fiesta andaluza y a la pancarta que se desplegaba en ese momento que rezaba «A Mallorca, festes mallorquines».

Pero la Feria volvió a abrir sus puertas un año más. Fageda, acompañado de Fausto Ferrero, del Grup Fer, se dispuso a cortar "eso sí, entre abucheos" la cinta y a encender las luces de las casetas, acto que inauguraba oficialmente la feria. Fageda, Ferrero y Catalina Cirer, delegada de Gobierno, realizaron después, acompañados de Sonia Colom, una niña vestida de andaluza, la visita en calesa de cada una de las treinta casetas. Mientras, la Banda Municipal de Música amenazaba el momento. Tampoco faltaron a la cita el teniente de alcalde José Maria Rodríguez y los regidores Antoni Roig, Xisco Mellado, Lis Riera y Gaspar Oliver.