TW
0

La delegación en Balears de la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios (Ausbanc) tramita las reclamaciones de 14 ciudadanos de las Islas contra una serie de bancos y entidades aseguradoras, «por valerse de información defectuosa e interesada para colocar a sus clientes productos de ahorro que no les convienen, hasta el punto de hacerles perder importantes cantidades de dinero». Estas reclamaciones, que según el delegado de Ausbanc en Balears, Carlos Hernández, «acabarán en demanda», afectan a la actuación de sucursales en las Islas del Santander Central Hispano (SCH), Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) y Banesto, entre otros.

Carlos Hernández explica que son los directores de las sucursales quienes cometen el fraude, «están vendiendo los productos que les interesan a ellos para cumplir sus objetivos, independientemente de que éstos puedan interesar o no a sus respectivos clientes». Ausbanc informa que esta práctica se produce en la venta de participaciones preferentes y diferentes fondos de inversión que, a causa de la falta de información de los consumidores y también por la escasa liquidez de los productos, están generando graves pérdidas entre los ciudadanos.

El delegado de Ausbanc puso como ejemplo el caso de un ciudadano de Balears de 80 años de edad que, a través de una amiga íntima de una de sus hijas, compró un united linked "un tipo de seguro de vida combinado con un fondo de inversión", el cual le hizo perder unos 30 millones de pesetas, dinero equivalente a la mitad de los ahorros de toda su vida. La asociación de consumidores de servicios bancarios informa que el volumen de pérdidas generadas por la venta fraudulenta de productos de ahorro en las 14 reclamaciones abiertas en las Islas, oscila entre el medio millón y los 30 millones pesetas.

Según un estudio de Iverco, en los últimos años, unos 8.000.000 de personas están interviniendo en España en este tipo de productos, ya sea a través de inversión directa en bolsa o a través de sus participaciones en fondos de inversión. Ausbanc considera que el aumento de la inversión privada en productos que cotizan en mercados de valores, se debe a la predicción cada vez más generalizada de que, en unos años, «el sistema estatal público de pensiones no será capaz de soportar el número de personas que tengan derecho a prestación».

Ante esta realidad, Ausbanc advierte a los ciudadanos que en 2001, las reclamaciones ante el Banco de España relacionadas con seguros y valores constituyeron el segundo motivo de reclamación, al tiempo que han registrado un incremento del 127 por ciento en sólo dos años. En opinión de Hernández, estos datos ponen de manifiesto que «hay infinidad de pequeños fraudes que pueden ser extraordinariamente lesivos para las economías familiares», puesto que estas entidades financieras «pueden dilapidar su patrimonio en poco tiempo».

Ausbanc afirma, además, que esta situación está agravada por la actitud de la Comisión Nacional de Mercado de Valores (CNMV) que, en opinión de Carlos Hernández, «se lava las manos y deja a los inversores indefensos y desprotegidos». Ausbanc considera que no se trata de que los inversores se vean abocados a reclamaciones judiciales, sino que juzgan necesario que los organismos administrativos velen por sus intereses legales.