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PEDRO PRIETO. Enviado especial a Ceuta.

Desde hace unas semanas, el general Juan Yagüe es el comandante general de Ceuta, ciudad en la que su padre, el también general Yagüe, estuvo destinado, no como general sino como teniente coronel en el cuartel de Regulares «Ceuta número 3», desde el 23 de mayo de 1932 hasta enero de 1934. (Con anterioridad, estuvo en el también cuerpo de Regulares de «Melilla número 1», en 1915, y «Larache número 4», en 1930).

El militar, que nos recibe en su despacho a primeras horas de la mañana de un día de la pasada semana, en apenas seis meses que estuvo al frente de la Comandancia de Balears dejó un excelente recuerdo y muchos amigos en las Islas. «Fue poco tiempo, exactamente seis meses menos dos días, pero dio para hacer muchas cosas. Por ejemplo -recuerda-, conocer la zona militar bien, así como los problemas de las distintas unidades militares. Sí, allí dejo buenos recuerdos y buenos amigos».

Son las nueve de la mañana. Nos encontramos sentados en dos confortables, aunque austeros sillones, en su despacho oficial de la Comandancia, ubicada en un viejo, aunque remozado cuartel, situado a su vez frente a la basílica de Nuestra Señora de Àfrica, que conserva entre sus manos el bastón de mando del general, y a la izquierda del denominado Baluarte de los Mallorquines, ahora en plena reconstrucción. El general viste de campaña. De camuflaje, como diría un profano en la materia. O si lo prefieren, de faena. «Me siento más cómodo así que de guerrera y con corbata». Y por lo que luego vemos, ya sea en los cuarteles que visitamos, ya sea en la calle, no sólo viste él así, sino que viste toda la guarnición.

El general se interesa por cómo van las cosas por Mallorca, por cómo está yendo la temporada turística -«Como el tiempo. Regulín, por no decir otra cosa peor», le decimos-, a la vez que nos pide que mandemos un saludo a los isleños. En una entrevista concedida a Ultima Hora y que reproduce hoy íntegramente nuestra edición en papel el general Juan Yagüe explicó que: 'No cabe duda de que la distancia en ocasiones distorsiona la realidad. A veces, la lectura de noticias que se producen lejos dan que pensar que las cosas son muy distintas a como realmente son. Aquí, créame, la situación es totalmente normal. Y la mejor prueba de ello es que el día 5 de agosto, día de la Virgen de Àfrica, día de la patrona de Ceuta, las cuatro comunidades, cristianos, musulmanes, hindúes y judíos, celebraron la fiesta conjuntamente, sin ningún tipo de problemas.'