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Las entidades integrantes del Foro de la Inmigración en Balears han elaborado un informe en el que se denuncian los «reiterados y descarados incumplimientos en la aplicación de la Ley de Extranjería y del Real Decreto que la desarrolla por la Delegación del Gobierno». Según dijo ayer la consellera de Benestar Social, Fernanda Caro, este informe será entregado hoy al delegado del Gobierno, Antoni Ramis, así como al director de la Tesorería de la Seguridad Social en la Comunidad, Antoni Comas, a quienes se reclamará una entrevista.

En éste se condena básicamente los retrasos que los inmigrantes padecen tanto en tramitación de los permisos de residencia y trabajo, como en las renovaciones o resoluciones de los recursos presentados. La responsable del Centro de Información para Trabajadores Extranjeros (CITE), Eva Cerdeiriña, concretó que «mientras que la Ley de Extranjería establece un plazo de tres meses para que la Administración dé respuesta a las solicitudes de permisos o de renovaciones de los mismos, en Balears se está tardando hasta 24 meses». Lo mismo pasa con los recursos presentados por inmigrantes, prosiguió, «que tardan en resolverse entre 12 y 15 meses, aunque la ley habla de tres meses».

La Delegación del Gobierno, lamentó Cerdeiriña, «apela a la falta de personal en las oficinas de extranjería, pero hemos llegado a pensar que existe una clara voluntad por parte del Gobierno de mantener esta situación y no darle solución». Para el portavoz de la Asociación de Magrebíes en Mallorca, Boul Harrak, las consecuencias de estos incumplimientos son «graves», pues, «esta inseguridad jurídica condena al inmigrante a la ilegalidad, a la marginalidad y a la explotación y al trabajo sumergido». Más aún, esta situación provoca «problemas psicológicos a los inmigrantes, que padecen estrés, aislamiento y desesperación, declaró la portavoz de Cáritas, Aina Comas.