El delegado del Gobierno, Miquel Ramis, pidió ayer «comprensión»
para mejorar la situación de la Oficina de Extranjería, estos
últimos días saturada de inmigrantes que acuden para tramitar
papeles.
Ramis aseguró que «se está haciendo todo lo posible para mejorar
el servicio» y manifestó que «comprende» la problemática. «Estamos
haciendo todo lo que está en nuestras manos para agilizar el
servicio. Tenemos toda la voluntad de atender con la mejor eficacia
posible a todos los interesados. Prueba de ello es que, desde
principios de año, hemos trasladado la oficina de Extranjería a la
Periférica, hemos pasado de 525 metros de superficie a 1.100
metros, hemos duplicado el número de funcionarios, de 16 a 34;
hemos puesto un teléfono de atención al público (971 98 91 70) para
agilizar las consultas, estamos tramitando más de 30.000
expedientes pendientes de solución. Soy consciente de la
problemática. La situación es difícil, lo reconozco, pero también
deseo que todo se haga bien».
Dos causas se han esgrimido como las posibles causantes de esta
nueva afluencia masiva a Extranjería. El próximo 1 de noviembre,
una modificación en la Ley no permitirá que las gestorías tramiten
la documentación para permisos de trabajo y residencia. Ramis
asegura: «Mucha gente ha pensado que a partir de esa fecha ya no se
podrán tramitar expedientes. Es falso. Simplemente significa que
sólo podrán venir las empresas, a título personal, a tramitar los
papeles». La segunda causa es la «noticia» que ha corrido entre
ciertos ámbitos de que los inmigrantes ecuatorianos podrán ser
repatriados con una ayuda económica cuantiosa.
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