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La noche de Halloowen, pese a la poca tradición y seguimiento que tiene en Mallorca, se disfrutó en algunos locales y discotecas de moda. Fiestas terroríficas y una decoración muy lograda, especialmente en la discoteca Tito's, con todo tipo de detalles y caracterizaciones. Desde la aparición de la luna y hasta el alba, dráculas, brujas, demonios, carabelas, esqueletos y otros escalofriantes «seres» tomaron la calle, víspera del día de Todos los Santos. En algunas urbanizaciones de la Isla y en pequeños grupitos los niños llaman a las puertas de los chalets y pareados para, tras el correspondiente susto, recibir caramelos y otras golosinas de los vecinos. Una fiesta muy americana y en donde grandes ciudades europeas como París se vive con intensidad. La calabaza es la protagonista de Halloowen tomando vida en forma de cara. Las tumbas se abren, los muertos resucitan con una imagen de lo más lamentable y en un entorno de terror y miedo la fiesta hace subir la adrenalina. A pesar de los rostros pálidos algunas de las protagonistas de la noche de Hallowen rebosaban estar muy bien, sus insinuantes movimientos, exhuberantes curvas y atrevida indumentaria era más propio de una top model que de la malvada bruja o hechicera. Al igual ocurría con algunos de los «muertos vivientes» que tras haberse levantado de sus tumbas el físico era tan espectacular como el de «Rambo». En fin, una divertida noche del 31 de octubre, en la que hubo de todo menos miedo.

Julián Aguirre