Modelos de 'neules' de distintos tamaños de Sor Catalina Cifre.

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Ya lo dice el refrán: «...y per Nadal, neules». Y neules de auténtico lujo artesano son las que se asoman a esta ventana, reclamando Navidad. Las neules también se las conoce como obleas, con las que se fabrican las coques de torró, aunque éstas se pueden admirar pero no comer. Una de las modalidades que presentamos, las bordadas, están realizadas por la maestra artesana del Port d'Alcúdia Catalina Ferrer, responsable de los cursos de bordado que imparte en esta localidad y en otras de Mallorca. Ella enseña a sus alumnas los distintos puntos de bordado, como son punto de cruz, palestrina, ahora tan de moda, realce, y sobre todo, punto mallorquín con ganchillo y tamboret. La autora de estas neules señala: «Las realizo sobre tela de hilo, siguiendo dibujos originales alusivos a la Navidad. O sea, velas, ángeles, Misterio, estrellas, debiendo combinar con clase y elegancia los colores de los hilos. Las remato con ganchillo para que no se deshilache el borde y luego las realzo con las puntas de ganchillo, que pueden admitir distintas formas».

«Estas neules -afirma Catalina- se pueden colgar por unidades, y también conformando una tira de distintos tamaños, prendida en un colorista lazo de moaré. Sor Catalina Cifre Ripoll, natural de Sóller, es otra de nuestras consumadas artistas. En su convento de las hermanas de la Caridad de Porto Cristo ejerce esta actividad meses antes de Navidad. «Es algo que me relaja mucho», afirma. Los modelos que recorta con tijeras 3 claveles número 3 y medio, sobre papel de barba, son innumerables. Sor Catalina tiene una exquisita colección de rosetones, otras con dibujos de punto mallorquín, escenas del belén y payeses malloquines, además de algunas vírgenes como la de Lluc, y la iglesia de Porto Cristo. Catalina lleva 27 años en este menester y afirma que en verano «se para» porque es complicado.

Amalia Estabén