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Las empresas del transporte discrecional de viajeros por carretera cerrarán 2003 con una caída de facturación del 15 por ciento sobre el año anterior como consecuencia de la debilidad de la demanda turística y la reducción de la temporada, según anunció ayer el presidente de la patronal, Jaume Batle, quien indicó que los empresarios del sector se han visto obligados a reducir plantillas y conceder vacaciones anticipadas a parte de sus trabajadores para minimizar la reducción de beneficios. Al término de la asamblea de la patronal, Batle afirmó que la próxima temporada «es una incógnita» para el sector, aunque confió en un incremento en la llegada de turistas motivado por una «ligera» recuperación del mercado alemán.

Jaume Batle anunció que la patronal ha decidido encargar la negociación del próximo convenio colectivo al bufette catalán Quatre Cases e indicó que la plataforma de negociación se constituirá a partir de la segunda quincena del mes de enero. El presidente de la patronal adelantó que el sector no pactará ninguna subida salarial superior al IPC y anunció que propondrán a sus chóferes que pacten sus días de libranza con la empresa, para que no se ausenten durante las jornadas de máxima actividad.

La patronal recuerda en este sentido que el 40 por ciento de la flota de transporte discrecional de las grandes empresas de Mallorca estuvo parada este verano de lunes a viernes, mientras que en los fines de semana se vieron obligadas a subcontratar autobuses para dar salida a la programación prevista. En todo caso, cabe recordar que la negociación del convenio vigente desembocó en una huelga que colapsó el aeropuerto de Son Sant Joan durante tres días en julio de 2001.