Todos los partidos de la oposición coincidieron en la respuesta al
discurso de Maria Antònia Munar: el Consell y UM se han sometido a
las políticas del Govern y del PP y han dejado a la institución
insular sin autonomía, como un ente dependiente del Govern. Por su
parte, la presidenta de la institución acusó a los dirigentes de la
oposición de mentir, de haber radicalizado su mensaje y de fomentar
con su actitud la crispación que se está produciendo en
Mallorca.
«Han vendido la autonomía del Consell por su pacto con el PP y
el ejemplo más claro lo vemos con las carreteras, que están
diseñadas por el Govern aunque las competencias sean del Consell»,
aseguró la portavoz del PSOE, Francina Armengol. La consellera
socialista consideró sorprendente que un partido que se define
nacionalista esté sometido a los intereses de un Gobierno que hace
un uso partidista de las instituciones.
Armengol coincidió con Munar en que ha llegado el momento de
reformar la Constitución para conseguir un estado federal, pero
acusó a la presidenta de practicar un «déficit democrático» y de
provocar dos Mallorcas enfrentadas por su «extremismo». Armengol
pidió a Munar que escuche a los ciudadanos de Mallorca y que
rectifique las políticas que ha practicado durante estos seis
meses.
El representante del PSM, Antoni Alorda, coincidió en parte de
lo expuesto por Armengol al asegurar que el PP entregó el Consell a
UM «para eliminarlo políticamente», no para que hiciera de
contrapeso. Para Alorda, dado el radicalismo que están demostrando
tanto Aznar como Jaume Matas, difícilmente UM podrá argumentar que
su misión es centrar a los populares. Alorda lamentó que la
institución insular haya hecho renuncias básicas a cambio de
conseguir la gestión completa de la institución y aseguró que el
Consell debería estar «plantando cara a la soberbia del PP».
El nacionalista se mostró muy crítico con el modelo territorial
que han aprobado PP y UM, especialmente en lo referido a la autovía
Inca-Manacor, que incluso en las filas de UM no se ve con buenos
ojos. Sugirió que el interés de UM por hacer carreteras está basado
en los negocios de la familia de Munar como transportistas de la
grava con la que se construyen las carreteras. También denunció el
déficit democrático de la institución, que trata de cercenar la
participación de la oposición con un reglamento que limita sus
derechos. Alorda incluso llegó a asegurar que el actual gobierno de
Munar no tienen la «suficiente legitimidad democrática».
Marilena Tugores, portavoz de EU-EV también se refirió a la
sumisión de UM hacia el PP, como refleja a las claras las políticas
de carreteras. «Unió Mallorquina está sometida al PP al igual que
el Plan Territorial está sometido al Plan de Carreteras», afirmó
Tugores. La consellera de EU-EV acusó a UM de mentir cuando asegura
que el crecimiento que permite el plan es del tres por ciento,
cuando la realidad es que permite crecer un siete por ciento.
Como sus compañeros de oposición, también la consellera de EU-EV
denunció los intentos del gobierno insular de limitar la
participación de los partidos de la oposición y de los ciudadanos
en el Consell. Acusó a Munar de tener menosprecio hacia el debate y
demostrar un talante prepotente con los funcionarios.
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